La historia de Gabriel Valdiviezo abarca desde su afición de niño por ser futbolista, las extensas giras con su banda Custodia, hasta llegar a la cúspide con No Limits Collective 360, un hub creativo y agencia que está revolucionando y creando puentes para conectar a las marcas con sus públicos, en España.
Todo ha sido como el intenso sonido del punk de su banda Custodia. Su mundo era tocar la batería con un grupo de amigos de Quito y, en 2014, estuvo de gira por 18 países asiáticos.
Un video de Custodia se volvió viral en Indonesia y fue la puerta para entrar a Tailandia, Singapur y otros mercados del Asia. Ver el clip del tema En el corazón deja sentir la intensidad que el entonces adolescente vivía en los años 2000.
Ahora, en No Limits Collective 360 junta música y fútbol. "Siempre he estado en la cultura underground y puse eso en la agencia, que terminó haciendo consultoría para la Champions League, para el 'Barça', para Nike ¡muy loco¡ Al final, el recorrido está interconectado, la agencia es un cúmulo de mi experiencia de vida, básicamente es algo tan auténtico de las cosas que he vivido. Creo que por eso se destaca también, no hay una fórmula ni nada, es autenticidad pura y cruda".
El lanzamiento de su agencia fue en 2020 en Barcelona, España. Fusionó sus aficiones: las industrias de la música y el fútbol. Buscó tener tres elementos básicos: comunidad, impacto social y autenticidad. "El concepto es revolucionar la manera en que las marcas conectan con el público, con la cultura y con la creatividad, a través de un impacto social auténtico, básicamente el valor que más están buscando las marcas".
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La agencia ha colaborado con marcas y organizaciones como la Champions League, La Liga FC Barcelona, Red Bull, AC Milán, Real Madrid, Play Station y la Comisión Europea de Deporte.
Su proyecto estrella es Street Football x Barcelona a través del cual se redefine la comunidad, cultura y deporte, especialmente el fútbol callejero. Se convirtió en un espacio para integrar la música, el deporte y el arte urbano. Y fue reconocido como uno de los 10 proyectos deportivos de impacto social por el ayuntamiento de Barcelona. Por la liga masculina han pasado más de 5.000 jugadores y en la femenina, creada en 2021, se han inscrito más de 1.000 mujeres.
Comenzó en Barcelona, pero la agencia ha colaborado con proyectos en más de 13 países, como Estados Unidos, Australia, Italia, Inglaterra, Suecia, Austria, Alemania, Francia, Argentina, Colombia. Los planes a corto plazo son traer la marca a Ecuador para conectar con comunidades globales, a través del poder del deporte y la cultura.
El fútbol callejero
Tiene 36 años, nació en Quito y creció escuchando las historias de su padre cuando estudió en Europa. Así que un sueño de niño era irse al viejo continente y lo cumplió cuando se fue a estudiar una maestría en Marketing Internacional, en Madrid, entre 2015 y 2016. Su trabajo final fue un proyecto de fútbol relacionado con una cancha inteligente que se conectaba con una aplicación para generar estadísticas.
El trabajo salió seleccionado en un concurso de startups de una empresa en Portugal. Ahí empezó su visión de dedicarse al fútbol en Europa y tuvo contactos con una liga de segunda división de Países Bajos, aunque terminó creando algo totalmente distinto.
Como su abuela materna es española decidió quedarse allá y comenzó el papeleo para radicarse en España. "Me di cuenta de que mi destino era vivir en Europa, tenía que ir a ver qué pasaba y jugármela entera, fui a la buena de Dios, y Dios me encontró allá, en el fútbol".
Estuvo en una brecha, sin papeles durante un tiempo, no podía comenzar nada. En 2018, recuerda que su compañero de piso lo invitó a jugar fútbol y lo llevó a un campo abandonado, que era como un lugar secreto en Barcelona. Tuvieron que saltar un muro, hasta que llegaron y había gente que disfrutaba del fútbol callejero, grafiteando y escuchando hip hop.
Su memoria conectó sus épocas en que jugó fútbol no amateur en Quito. "Era jugador destacado", delantero, admirador de Jaime Iván Kaviedes y del brasileño Ronaldo Nazário, "el mejor delantero de todos los tiempos", también hincha del 'Rey de Copas', la Liga.
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"Era un ambientazo, cuando toqué el balón me llevó a mi infancia y fue cuando realmente volví a conectar con mi amor de verdad por el fútbol, cuando eres niño es como ser súper sincero con todo lo que haces. Entonces, me sentí como un niño ahí y jugué y fue como decir: 'Dios, esto es lo que me encanta'. Y esa noche cambió mi vida, yo mismo hice una marca de fútbol, un logo, aunque no sabía diseñar, ahora he mejorado mucho, me quedó bastante bueno. Fue una locura, luego de cinco a seis meses, ver ese logo en las pantallas de Nike".
La marca que creó fue Street Football x Barcelona, buscó un lugar de mejor acceso para los partidos, porque el que había conocido quedaba muy lejos. Lo alquiló con el poco dinero que tenía y anunció un torneo relámpago a través de Facebook.
Sin conocer a nadie, en la primera semana estaban 300 personas inscritas. Pero en el primer torneo participaron 20 personas y con lo que pagaron pudo cubrir los 100 euros que había invertido para arrancar. Tres meses después, recibió un mensaje de Nike España a través de Instagram para ser partner del proyecto. En 2020, su historia personal se publicó en los canales globales de la marca deportiva. En un documental de Copa90, un prestigioso medio de fútbol a escala mundial, en colaboración con Nike, los consideran como uno de los Arquitectos del fútbol del futuro.
Siguió haciendo torneos, hasta que llegó la pandemia. En esos meses pudo "cuajar" el proyecto de la agencia. Empezó a entender que, si quería escalar, necesitaba algo más corporativo y hacer algo más enfocado a las marcas y la comunidad. Sus estudios en marketing, su background, y cómo vive la cultura, le ayudaron a encontrar el camino. "No soy un chico de oficina ni de uno 100 % metido en la cultura como tal, hablo dos idiomas y soy el puente entre lo corporativo y la cultura".
Así comenzó con un enfoque disruptivo que radica en combinar el deporte con la cultura urbana, usando la experiencia del fútbol callejero para crear impacto social. "Somos una plataforma que mezcla el deporte, la expresión artística y la participación en espacios urbanos. Street Football x Barcelona redefine cómo las personas interactúan con el deporte y con el arte, tanto en el espacio público como en el virtual, y estos eventos pueden generar un sentido de identidad y pertenencia".
Este quiteño se siente orgulloso, dice, de haber creado la primera liga de fútbol callejero y la primera comunidad de Street Football Femenina del mundo.
"Esos 100 euros que invertí, el año pasado se convirtieron en 100.000 euros en ingresos, ha sido muy lindo el camino". En estos años, la agencia se ha convertido en un referente en Europa. Hasta la fecha, dice, se han reinvertido alrededor de 60.000 euros. En los últimos dos años, las ganancias han superado los 49.000 euros, y dependen de las campañas publicitarias, torneos, consultoría, creación de contenidos y representación de talentos.
La agencia tiene tres personas como base y, según los proyectos, se pueden sumar hasta 30 personas.
Para 2025, los planes son invertir aproximadamente 150.000 euros en el primer trimestre a través de la nueva propuesta The Harmony Project. Es un proyecto que tiene como objetivo empoderar a las comunidades globales a través de la armonía interior y la expresión creativa, e incluye la construcción del primer estadio de Street Football, con el apoyo de un inversor de origen alemán, según Valarezo.
En estos días se encuentra en Ecuador y analiza el proyecto para traer la marca para 2025. "El concepto que queremos lanzar es con exfiguras del fútbol ecuatoriano, la mayoría comenzó en las calles, contamos sus historias y ellos crean sus equipos para jugar en la Street Football League". (I)