Ford invertirá unos 3.000 millones de dólares para ampliar la producción de sus camionetas de la serie F, fabricándolas en una planta en Canadá previamente dedicada a la producción de vehículos eléctricos, según anunció la compañía.
De esta forma, Ford, así como otros fabricantes de autos, reaccionan ante un mercado de vehículos eléctricos cada vez más lento.
La inversión incluye 2.300 millones de dólares para ampliar la producción de camionetas se serie F Super Duty (más grandes que el modelo popular F-150 de Ford) en una planta de Ontario, Canadá. El resto de los fondos se utilizarán para aumentar la producción en otras instalaciones de apoyo en Estados Unidos y ese país de América del Norte, puntualizó la empresa en un comunicado.
Antes de la inversión, la producción de Ford para las Super Duty se limitaba a las instalaciones de Ohio y Kentucky, mientras que ahora, la planta ampliada de Ontario hará unos 100.000 autos al año.
La ampliación sumará unos 400 puestos de trabajo en esa instalación y unos 150 a una planta cercana que fabrica motores para las camionetas.
En un principio, Ford tenía previsto hacer SUV eléctricos de tres filas de asientos en la planta de Canadá a partir de 2025, pero a principios de este año retrasó esa decisión hasta 2027. La compañía dijo que sigue comprometida con el desarrollo de un negocio de vehículos eléctricos creciente y rentable, y añadió que el desarrollo de sus SUV eléctricos se trasladaría a una planta sin especificar.
Retroceso en los autos eléctricos
Entre 5.000 y 5.500 millones de dólares es la cifra que Ford prevé que perderá con su negocio de vehículos eléctricos, según informó el fabricante en febrero. Asimismo, reveló una pérdida de 4.700 millones de dólares para 2023 debido a un entorno de precios extremadamente competitivo.
El CEO de Ford, Jim Farley, dijo a los inversores a principios de este año que estaban reevaluando el negocio de autos eléctricos.
Goldman Sachs sugiere que el mercado de vehículos eléctricos se ralentizó en gran medida por la incertidumbre que rodea a las próximas elecciones presidenciales, el descenso de los precios de los vehículos usados, la escasez de estaciones de carga y el aumento de las ventas de vehículos híbridos.
Otra preocupación de los consumidores, según el fabricante, es la distancia que pueden recorrer los vehículos eléctricos. Anteriormente, Ford esperaba aumentar la producción de autos eléctricos año tras año hasta alcanzar una capacidad estimada de 2 millones de vehículos en todo el mundo para finales de 2026.
En el primer trimestre, la firma declaró unas pérdidas de 1.300 millones de dólares (unos 132.000 dólares por vehículo) en su negocio de autos eléctricos, tras registrar un desplome del 20% en las ventas con respecto al mismo periodo del año anterior.
En febrero, Farley dijo que Ford retrasaría el lanzamiento de la próxima generación de vehículos eléctricos hasta que puedan ser rentables.
Los competidores
Tesla anunció a principios de año que recortaría los precios de algunos de sus autos después de informar un desplome en las entregas.
BY Ge, un fabricante de vehículos eléctricos con sede en China, también redujo los precios para competir con las opciones de Toyota, Volkswagen y Nissan.
Por su parte, General Motors dijo que reducirá su producción de vehículos eléctricos, afirmando que construirá hasta 50.000 autos eléctricos menos en Norteamérica de lo previsto originalmente, al ralentizarse la demanda.
Nota publicada en Forbes US.