Solemos escuchar, sobre todo en el ámbito empresarial, que los productos sostenibles son más caros que los tradicionales. Las investigaciones sugieren que los precios de los productos sostenibles son un 75-80% más altos en promedio. Sin embargo, una nueva empresa llamada Fox Fold está rompiendo el molde, mientras busca ayudar a los hoteles a impulsar sus credenciales ecológicas y reducir sus costos.
La empresa emergente con sede en Vancouver está transformando el escenario de los cuartos de baño de los hoteles con su papel higiénico sostenible fabricado con bambú en lugar de árboles y un dispensador que elimina la necesidad de tirar el producto no utilizado.
La empresa calcula que un hotel de categoría media con 300 habitaciones gasta un poco más de 40.000 rollos de papel higiénico al año y que hasta la mitad de ese inventario se tira, lo que supone un enorme costo en residuos cada año.
Tan sólo seis meses después de su lanzamiento, Fox Fold está trabajando con algunas de las marcas de hostelería más importantes del mundo, ya que su objetivo es hacerse con una parte del mercado norteamericano del papel tisú y el papel higiénico, cuyo valor se estima en 60.000 millones de dólares.
Guerra a los residuos
Los cofundadores, el CEO Ludovic Siouffi y el COO Greg Hegger, que son primos, abandonaron carreras lucrativas (Siouffi era gestor de patrimonios y Hegger dirigía operaciones de marketing y comercialización de productos en el mundo inalámbrico) para convertirse en emprendedores.
Mientras hacía ejercicio en un gimnasio, Siouffi analizaba qué artículo podría reinventarse. Se le ocurrió el papel higiénico, para hacerlo más sostenible y menos derrochador. "Greg y yo somos primos y crecimos con ideas desde que éramos chicos. Algunas las analizamos, pero ninguna justificó que dejáramos nuestras carreras. La idea de Fox Fold era una de esas que parecían ridículas, pero que rápidamente nos dejó preguntándonos por qué no se le ocurrió a nadie antes".
Los empresarios se reunieron con varios propietarios y operadores de hoteles diferentes para sondear su idea. "Internamente esperábamos que nos dijeran que no iba a funcionar", dijo Siouffi. Pero salimos de una reunión con un hotel de mediana categoría, de dos a cinco estrellas, y sus directores generales y grupos de propietarios nos dijeron la cantidad de papel que se tiraba y los insumos que se malgastaban, mostrando interés en probar el producto en ese instante.
El desarrollo de la idea
Empezaron a ponerse en contacto con diseñadores y fabricantes. Tras lo que Siouffi describe como una llamada demencial, volaron a San Francisco para una reunión en la sede central de Box Clever. A su fundador, Bret Recor, le encantó la idea y vio un enorme valor para hoteles y locales comerciales. Mejor aún, quería asociarse con ellos.
"Seguíamos trabajando en nuestros empleos a tiempo completo, pero veíamos que a la idea le estaban saliendo piernas", afirmó Hegger. "Conseguimos un socio capitalista que había trabajado en algunos megaproyectos como Away Luggage y Caraway Cookware, y teníamos directores generales de hotel esperando impacientes para hacer una prueba. Así fue. Ludo y yo dejamos nuestros trabajos, vendimos nuestras casas y pusimos todo lo que teníamos en el negocio".
Su financiación inicial fue en forma de micropréstamos de bancos locales de Canadá, además de una primera ronda de recaudación de fondos de amigos y familiares. "Una segunda ronda que hicimos hace un par de meses recaudó otros 1,5 millones de dólares, y la financiación de capital de nuestro socio Box Clever nos permitió desarrollar nuestros productos", relataron los empresarios.
Sostenibilidad y ahorro
Vancouver y Toronto fueron sus primeros mercados objetivo, pero tras su asistencia a varias ferias comerciales de Estados Unidos, la marca está ganando adeptos entre algunas de las cadenas más grandes, muchas de las cuales son líderes en sostenibilidad y gestionan docenas de hoteles en sus carteras.
"Nuestros productos son sostenibles y ahorrarán dinero a los hoteles", afirmó Hegger. "Normalmente, es una cosa o la otra. El bambú es un poco más caro, sin embargo, eliminamos gran parte del embalaje, y como es de paquete plano podemos almacenar y enviar más. Es un producto más eficiente que nos permitió reducir nuestros costos y mantener un punto de precio realmente bueno en lo que de otro modo es un producto más caro, el bambú".
Chris Nelson, propietario del Pacific Sands Beach Resort, ya experimentó las ventajas de los productos de Fox Fold. "Apoyan nuestra misión de adoptar prácticas más sostenibles; somos partidarios del bambú como materia prima frente a los árboles y reduce los residuos que teníamos con los rollos sin terminar. También podemos compartir esta historia con nuestros huéspedes. Al personal de limpieza le encanta, ya que ahora almacenan y reponen menos producto, y podemos conseguirlo sin aumentar nuestros costos anuales de papel tisú; estamos ahorrando dinero".
Reconociendo el amplio potencial de la marca, Nelson también invitrió en el negocio."Queríamos experimentar los beneficios en nuestro propio complejo, pero también participar en las ventajas a medida que esto crece en todo el sector, así que decidimos invertir fondos en la empresa. Nunca pensé que invertiría en un negocio de papel higiénico".
Potencial mundial
En los últimos días, Fox Fold firmó un acuerdo con el grupo hotelero mundial Accor, presente en más de 110 países y con numerosas marcas hoteleras. En 2020, Accor anunció su compromiso de eliminar todo el plástico de un solo uso de la experiencia de sus huéspedes.
El vicepresidente senior de Compras, Lujo y Estilo de Vida, Denis Klurfeld, sostuvo: "La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en una prioridad para muchos huéspedes. En consecuencia, estamos viendo más disruptores en la industria y nos resulta más fácil abastecernos de productos alternativos que se alineen con nuestros objetivos. El producto de pañuelos faciales Fox Fold no tiene deflectores, lo que significa que no hay plástico alrededor de la parte superior de la caja. El diseño avanza en el esfuerzo por eliminar el plástico de nuestras habitaciones de huéspedes. Además, la propia caja de pañuelos faciales es reutilizable y rellenable, lo que elimina los envases desechables y los residuos asociados a las cajas de pañuelos".
Hegger afirma que su ambición a corto o medio plazo es que las grandes cadenas del mundo empiecen a doblar el papel higiénico, ecologizando. "Mi sueño es que dentro de 10 años nos cueste creer que todavía veamos rollos en los cuartos de baño".
Nota publicada en Forbes US.