El guayaquileño Eduardo Raad entendió la trascendencia de la transformación digital cuando aún parecía lejana. Su incursión en este mundo comenzó en 1998, cuando su padre le regaló su primera computadora; él tenía 16 años. "Un año después mi papá me conectó internet y me volví un adicto. Para mí era fundamental descubrir cómo se creaba algo similar o igual a lo que estaba consumiendo. En esa época había muchos programas educativos y me pasaba horas de horas conectado y aprendiendo".
Estudió Economía en la Universidad Católica de Guayaquil, pero su camino profesional tomó otro rumbo. En 2005 fundó Metromovil, una agencia de integración tecnológica. "Era una empresa de SMS, me asocié con canales de televisión para conectar sus equipos técnicos a nuestras computadoras y los televidentes podían participar en concursos enviando mensajes. Empecé ganando US$ 800".
La llegada del iPhone en el 2007 cambió la dinámica del mercado de la información y la tecnología; Raad supo adaptarse rápidamente. En 2014, con su amigo Juan Antonio Plaza, fundaron Dátil. La inversión inicial fue de US$ 5.000. En un principio se enfocaron en desarrollar software para bancos y agencias de publicidad.
"Teníamos que llevar las facturas impresas al centro de Guayaquil, donde se ubicaban las instituciones financieras y perdíamos mucho tiempo por el tráfico, decidimos entonces implementar la facturación electrónica cuando todavía no era obligatoria y fue un verdadero éxito". Enseguida los pedidos se multiplicaron por lo que Dátil migró, para convertirse en una plataforma de software de negocios que integra facturación, recaudaciones, contabilidad, firmas electrónicas entre otros servicios. En 2015 la fintech alcanzó una facturación superior a los US$ 100.000.
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¿Qué los diferencia de otras plataformas con servicios similares? "Nosotros ofrecemos un interfaz de programación de aplicaciones (API), una tecnología que permite integrar diversas aplicaciones y software en un solo ecosistema de trabajo. Funciona como un puente que conecta diferentes sistemas, permitiendo una integración fluida y sin interrupciones entre sí en un mismo día".
A sus 42 años, Raad no deja de pensar en nuevas ideas y siempre está listo para adaptarse a la evolución del mercado. "La audiencia digital es muy exigente y no tolera fallas". En 2018 Dátil llegó a Perú, donde hoy cuenta con 20 clientes, principalmente multinacionales que operan en ambos países.
El CEO de Dátil está consciente de que el mundo digital es vertiginoso y que sus clientes son muy exigentes. Esta plataforma permite, con solo un clic, revisar las finanzas del negocio y emitir facturas electrónicas en tiempo récord, desde cualquier lugar y en tiempo real. En los últimos seis años, se invirtió alrededor de US$ 700.000 en automatización e innovación para mantener su competitividad.
Hoy en día Dátil suma más de 10.000 clientes, desde personas naturales que emiten una factura, hasta grandes empresas que procesan más de 1,5 millones de facturas mensuales. Entre sus clientes se encuentran multinacionales como gasolineras, Best Doctors, Pedidos YA, H&M y Kushki. El plan más económico tiene un costo de US$ 25 al año y los más altos pueden superar los US$ 100.000 anuales.
Confiesa que es un adicto del celular y la computadora. Su día comienza a las 04:00 revisando su teléfono móvil y no se desconecta hasta las 22:00. A pesar de su apretada agenda, siempre está en búsqueda de nuevas oportunidades.
Este año Dátil llegará a España, después de ser aceptados en un programa del gobierno español. "Estamos en el proceso de conseguir clientes. España es un polo de desarrollo en el mercado europeo y nuestra puerta de ingreso a otros países de la Unión Europea. Colombia y Bolivia también están en nuestro radar".
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El año pasado, Dátil generó US$ 750.000 en ingresos y si todo sigue según lo planeado, en 2025 espera superar el millón de dólares en ventas. Para Raad, el desafío no termina con lo alcanzado, sino que continúa con la constante búsqueda de un futuro prometedor. Y como él mismo señala, el mundo digital es de quienes mantienen una visión estratégica de largo plazo y logran marcar la diferencia. (I)