La bodega mendocina Corbeau Wines llegó a Times Square, la icónica intersección de avenidas en Manhattan, en el marco del relanzamiento de la línea P1XELS. Durante cuatro días, las más de 340.000 personas que circularon por uno de los spots más fotografiados de Nueva York pudieron ver “Una ventana a Mendoza”, una campaña publicitaria con una duración de 15 segundos, que se reprodujo 88 veces por día.
"Fue una gestión propia de la bodega con las agencias publicitarias de Nueva York para lograr los espacios que se contrataron de manera privada, por el tiempo que duró la campaña. Se apostó a este tipo de campaña principalmente porque Manhattan es una de las 'capitales' más importantes del mundo. Y Times Square es icónica porque son las pantallas y las pautas publicitarias más importantes del mundo están ahí. Nosotros también queríamos estar junto con esas marcas, promocionando el relanzamiento de esta línea de vinos", comparte Francisco Rodríguez, Director Global de Ventas de Corbeau Wines, al frente de la bodega junto con su padre Eduardo H. Rodríguez (gerente general) y su hermano Eduardo L. como enólogo principal.
En la pantalla se proyectaron imágenes de los principales destinos turísticos mendocinos como los portones del parque, Potrerillos y los característicos viñedos de la provincia, invitando al espectador a visitar y descubrir Mendoza a través del vino.
P1XELS se relanzó con un nuevo diseño en sus etiquetas, pero con el mismo concepto. “El objetivo principal era mostrar esta nueva etiqueta, pero a la vez también hacer una alianza con el Gobierno de Mendoza para mostrar esta conexión que tiene P1XELS, una botella de vino, con la ciudad, con el terruño o con Mendoza. Creíamos sumamente importante que se hiciera en Times Square para lograr esa conexión –en medio del bullicio, el caos y el ruido visual y audiovisual– con la paz de nuestra provincia, a través de una botella de vino”, agregó Rodríguez.
La marca se comercializa en los en Estados Unidos a través de algunos importadores en estados como California, Texas, Nueva York, Florida e Illinois. Sobre el impacto que puede generar la campaña de Times Square, Rodríguez comenta: “Las marcas de talla mundial que publicitan ahí tienen acuerdos de permanencia mucho más altos a los que nosotros podemos acceder por una cuestión presupuestaria. Entonces, el objetivo de largo plazo se logra obviamente con mucha presencia permanente. Pero vemos un muy buen impacto, porque a muchos de nuestros distribuidores e importadores les llamó la atención y volvieron a creer en la marca. Más allá de que luego, para el consumidor final, hay que hacer otro trabajo, eso para nosotros ya es un resultado: demuestra interés en querer invertir y resurgir una marca con este relanzamiento”, analiza.
Corbeau Wines es un proyecto de la familia Rodríguez, tercera generación de productores. La bodega se fundó en 2016 y lanzó al mercado sus líneas Mad Bird y P1XELS. Cuenta con 320 hectáreas distribuidas en cuatro viñedos, con distintos suelos, climas y variedades de uva en cada uno de ellos, con los cuales se logran sus vinos con características únicas.
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De ese total, 115 hectáreas están destinadas exclusivamente a Ancellotta: una variedad que descubrieron en 2007 y que, tras ver su potencial, decidieron apostar plenamente a ella. Actualmente, Corbeau cuenta con el viñedo de Ancellotta más grande del país (90 hectáreas), ubicado en San Martín.
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La bodega produce el 100% de los vinos con uvas propias. “Es necesario aclarar que los volúmenes que se pueden obtener este año depende de las contingencias climáticas, pero estamos alrededor de los 4 y 5 millones de litros”, comparte Rodríguez.
Asimismo, Corbeau Wines también exporta a Canadá, Perú, Ecuador, Brasil, Reino Unido, Alemania, China y Emiratos Árabes. “Exportamos todas nuestras líneas, así como también algunas líneas que son pura y exclusivamente de exportación. Las exportaciones están en un número bajo por ahora, en un 30%. Pero apostamos a que esto crezca, y a tener lo más cercano a un 50-50; o 60% exportación y 40% para el mercado local. Ese es el ideal al que apuntamos llegar”, agrega Rodríguez.
Al preguntarle a Rodríguez cómo cerró 2022 para Corbeau Wines en términos de negocio, responde: "Más allá de las vicisitudes de nuestro país, la empresa sigue creciendo tanto en el mercado local como en los internacionales. Siempre con alguna limitante propia de la estructura que tenemos como país. Por ejemplo, en un principio hemos tenido mucho interés de dos mercados asiáticos, pero al final no pudimos ingresar porque era imposible competir con las barreras arancelarias que teníamos por ser Argentina; competir con Chile era inviable por los impuestos que cobran. Eso como resultado de las pésimas decisiones del país a la hora de estructurar los acuerdos comerciales. Sumado a, no menor, el tipo de cambio que cada vez nos estruja y nos complica mucho más. Hoy, lamentablemente, la estrategia es mantener un mercado porque, si desaparece, volver a recuperarlo es imposible. Si bien la empresa crece, a pesar de todas las condiciones adversas, en las evaluaciones siempre hay que ser optimistas: la evaluación es positiva a través del esfuerzo de todo el equipo detrás de la bodega que busca elaborar vinos de cada vez mayor calidad, con innovación en packaging, estando presentes en los mercados y haciendo mayor esfuerzo que otras empresas que compiten con nosotros de otros países".
Para este año, las fichas seguirán puestas en crecer en los mercados “donde estamos, con una estrategia muy fuerte en Brasil, pero también seguir creciendo en todos los mercados y seguir sumando mercados, porque el mundo es grande y todavía estamos muy lejos del objetivo”, concluye.
