Emprendió y perdió US$ 250.000, pero ahora su empresa de mudanzas factura US$ 7 millones
El ambateño Jacobo Vela fundó Terra Relocations, en Los Ángeles, luego de tres tropiezos. Su filosofía es: 'El fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte de él'. Forbes Ecuador habló con él y esta es su historia.

Jacobo Vela es un empresario ecuatoriano de 34 años que emprendió, perdió dinero, se levantó y ahora, desde Los Ángeles, California, maneja una empresa de mudanzas que ofrece sus servicios en Estados Unidos, Europa, Reino Unido, Canadá, México, Colombia y Costa Rica.

Este ambateño, que estudió mecánica automotriz en el desaparecido Secap, se describe como un emprendedor al que le encantan los negocios. “Tengo dos mentores: mi abuela y mi papá. Ellos marcaron mi vida y todo lo que aprendí de ellos me sirvió de preparación para lo que estoy haciendo estos años”, cuenta emocionado desde su departamento en Los Ángeles.

La abuela de este ecuatoriano se movía en el negocio de las telas y textiles, mientras que su papá tuvo una empresa de calzado. Vela, tercera generación de una familia de empresarios, se inclinó por el mundo de las mudanzas y la logística. Pero para hacerlo algo más complicado, él decidió ser un bussinesman fuera de su país.

Vela conocía Los Ángeles porque en sus vacaciones de escuela y colegio viajaba a esa metrópoli. Entonces, una vez que obtuvo una tecnología en mecánica en 2015 decidió mudarse. “Cuando llegué trabajé con un amigo en una empresa de logística. En 2018, me asocié con mi jefe, quien tenía mucha confianza conmigo y me encargaba muchas tareas por mi facilidad de hablar con los clientes. Él es mexicano y no hablaba tanto inglés”.

La idea en la que Vela y su socio se embarcaron fue una plataforma de ropa al por mayor en línea. “Comenzó a operar en 2019 y funcionaba bien; luego incursionaron en la venta de calzado, también en línea. Como mi socio tenía una empresa de logística podíamos ofrecer free shipping. Todo se veía prometedor, teníamos como 100 clientes, pero llego la pandemia”, relata emocionado.

Este emprendedor y su socios -así como muchos- pensaron que lo del Covid 19 sería un asunto pasajero, pero estaban equivocados. “Nos endeudamos muchísimo, estábamos muriendo lentamente y cerramos. Perdimos US$ 250.000, fue dinero que se quemó”.

En ese punto Vela estaba mentalmente agotado. Sus jornadas de trabajo duraban 20 horas y decenas de tazas de café. “Era la pasión por sacar adelante algo propio, verlo crecer, verlo bonito. Y al fallar me afectó psicológicamente”, añade este empresario que tiene una suerte de mantra: 'El fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte de él'.

Con esa filosofía Vela volvió a trabajar en temas de logística. “Entonces vi que podía ser un buen negocio. Indagué más y vi que había demanda. Pero con la pérdida generada por la pandemia no me atreví a pedirle una nueva inversión”. No se quedó quieto y empezó a generar networking. “Soy muy bueno haciendo contactos. Siempre es bueno mantener buenas relaciones, ponerse a las órdenes”.

Vela se enfocó en contactarse con empresas de mudanzas y ofrecer sus servicios. Esa dinámica la aplicó durante un año hasta tener una red; luego estructuró la empresa Terra Relocations y arrancó en enero de 2023. “Vendía servicios específicos para mudanzas entre Estados Unidos y México. Yo participaba de las mudanzas, ayudaba y enseñaba lo que había aprendido años antes y se hacía la mudanza por mar y tierra. Todo es subcontratado. Contamos con más de 1.000 agentes a escala mundial con diferentes conexiones en varios países en una red segura y garantizada de logística”, explica.

El plan funcionó y la demanda se multiplicaba mes a mes durante todo 2023. Vela hace una pausa y cuenta cuál es el plus de su negocio: “Sabemos que en una mudanza están las vidas de las personas, sus recuerdos, sus objetos personales más valorados, mucha gente lloraba en estas mudanzas. Nosotros entendimos eso”.

En febrero del año pasado Terra Relocations dio un nuevo salto y llegó Europa. Aunque el equipo tenía dudas al respecto, Vela dijo: “el mejor momento para empezar es ahora y si nos equivocamos aprendemos de esa equivocación”. Este emprendedor acertó y en 2023 la empresa que fundó cumplió con cerca de 500 servicios de mudanzas lo que le permitió facturar US$ 1,2 millones.

La empresa trabaja con cuatro públicos: familias, estudiantes, ejecutivos y jubilados. “Por ejemplo ayudamos ejecutivos de firmas tecnológicas que van o vienen de India. También a estudiantes que van a Reino Unido, España o California”.

En lo que va del 2024 la empresa está creciendo un 300 % mensual. “Por eso este año llegaremos a los siete millones de ingresos”, dice el ambateño que disfruta del estrés de los negocios. (I)