“Lo que otros hacen en 10 hectáreas, nosotros lo hacemos en una”. Lo dice Andrés Torres al explicar lo que hace Pezec, la empresa familiar produce y procesa tilapia en San Miguel de los Bancos, al oriente de Quito. Este ingeniero comercial, MBA y asesor financiero cuenta que producir tilapia fue una idea que demoró tiempo en hacerse realidad.
“Hemos cambiado la forma de criar tilapia, somos más eficientes y conscientes ya que tomamos una sola vez agua, la tratamos y la reciclamos. Así no se contamina los afluentes hídricos”. La empresa no deforesta ni cava en la tierra para producir este pescado; el proceso es bastante tecnificado e incluye tanques de geomembranas que hacen las veces de una incubadora de tilapia; también se utilizan tuberías, sedimentadores y más filtros para garantizar que los alevines que compran en el Oriente y Guayaquil se desarrollen de la mejor manera. “Todo se cumple a nivel del suelo, aprovechando la gravedad y sin utilizar bombas de agua. Es un sistema hiperintesivo que requiere un ambiente controlado, esto significa que la tilapia tenga oxigenación, una adecuada temperatura y una buena alimentación. Si esas tres condiciones se cumplen la tilapia se desarrolla sin problema”, explica este emprendedor que se mueve entre Quito y San Miguel de los Bancos.
La idea se estuvo madurando durante cuatro años. En ese tiempo, Torres y su familia analizaron diferentes variables e investigaron el mercado, hasta que decidieron cristalizar la empresa. La construcción de la planta empezó en diciembre de 2020 y concluyó en junio de 2021. Hasta la fecha, la inversión efectuada bordea los US$ 600.000 y la primera gran vitrina que se abrió para las tilapias de Pezec fue Corporación Favorita.
Torres asegura que el de la tilapia es un negocio bien difícil. “Trabajar con seres vivos y participar en el mercado de productos frescos es retador. Todo es para ya, hay que sacarle provecho al producto, en pocos días o sino todo el esfuerzo es en vano”. Pezec compra cada mes unos 20.000 alevines, cuando tienen un mes de vida. A los seis meses el alevín ya creció hasta convertirse en tilapia que está lista para ser fileteada.
Hoy en día la empresa vende entre 4 y 6 toneladas de filete de tilapia al mes y con eso niveles calcula terminar este año con ventas por un millón de dólares. En estos días, la empresa que dirige Torres está por cerrar acuerdos con dos cadenas de supermercados. “El paro nacional alteró nuestros planes”. Además calcula empezar a exportar a los Estados Unidos desde diciembre próximo.
Para lograr ese objetivo, la empresa debe elevar su producción a 36 toneladas por mes. Torres sabe que es difícil y para eso está generando alianzas con cerca de 500 pequeños productores de tilapia en Esmeraldas, a los que Pezec ha enseñado su técnica de cultivo de tilapia.
Además, la empresa sigue investigando para desarrollar nuevos productos que tengan a la tilapia como materia prima. Torres prefiere no adelantar más información. “La competencia es dura, tiene más experiencia. Y por eso estamos innovando y estamos por lanzar nuevas líneas, dando valor agregado al filete de la tilapia”. Según este emprendedor la tilapia es un mercado que mueve US$ 50 millones al año y Pezec quiere ir ganando espacio en ese negocio. (I)
