El local de 160 metros cuadrados y la isla de 70 metros cuadrados, para servicio a la mesa, están ubicados en el segundo piso del centro comercial Scala Shopping, en Cumbayá. El diseño es sencillo, elegante y minimalista. Tiene un estilo sofisticado, que nos traslada en un viaje imaginario hasta una pastelería en París. Cyril nos cuenta que la idea se empezó a cocinar hace 18 meses. La inversión llega a los US$ 360.000. Una empresa francesa fue la encargada de hacer no solo el diseño, sino también de montar el local. Todo es importado, las vitrinas, las estanterías, las luminarias. Incluso tres franceses estuvieron varios días en Quito poniendo todo a punto para la inauguración, el pasado 6 de julio. En los primeros dos días las ventas fueron cercanas a los US$ 7.500.
Graduado de la Escuela de Cocina Francesa Ferrandi, en París, Cyril comenta que desde niño sentía debilidad por los dulces y los chocolates, hasta el punto de robarse los huevos de la cocina de su abuela para crear sus propias recetas.
En 2006, el destino lo trajo a Guayaquil, venía solo por seis meses. Fue contratado por un chef francés como profesor de pastelería y chocolatería en la Universidad Espíritu Santo. En 2007, recibió una llamada de la Universidad San Francisco de Quito. No dudó en aceptar.
Cinco años después nació el primer local de Cyril Boutique en la calle Irlanda, en el norte de Quito. La inversión fue de US$ 450.000 y 22 colaboradores. “Abrimos el 11 de julio de 2011. El primer mes confieso que pensé que fue un error enorme, que no iba a funcionar y que perderíamos todo ese dinero, pero para agosto las cosas cambiaron, literalmente explotamos. A las cuatro de la tarde las perchas estaban vacías. No teníamos la suficiente capacidad de producción.
En 2013, abrieron un segundo local. Ahora son cinco y 98 colaboradores. Solo para este último se contrataron 16 personas.
La calidad y el sabor son sin duda el principal diferenciador. Actualmente, cuentan con una variedad de 250 productos entre pan, helados, galletas, pastas, tortas, chocolates o mermeladas. Solo en pastas tienen 32 variedades, se producen 120 semanales de cada una. Mientras que se consumen 600 kilos de chocolate a la semana.
¿Cuál es el secreto oculto detrás de su éxito? “La particularidad está en que nosotros manejamos nuestro propio chocolate, que es maquilado con una receta preparada por mí y un equipo especializado francés. Todo es finamente calculado hasta llegar a un producto de calidad, que deleite hasta los paladares más exigentes”. En 2020, las ventas fueron por US$ 1,6 millones.
Su día empieza al amanecer, es el primero en llegar a la planta de producción y el último en salir. “Me levanto a la 1:30 am, para estar en la planta a las 3:00 am. Mi abuelo siempre me decía que el día pertenece a los que se levantan temprano. Confieso que soy extremadamente exigente. Como buen francés me gusta tener todo bajo control. Para llegar a donde hemos llegado hay que tener una especie de disciplina militar”. 2023 cerraron con una facturación de US$ 3,2 millones. Este año aspiran crecer un 10 % con la apertura de este local.
Cyril, a sus 47 años, siente a Ecuador como su casa. En 2025 invertirá hasta un millón de dólares para expandir la planta de producción. En su radar, las siguientes paradas son Cuenca y luego Guayaquil. (I)
