Dejaron de "satanizar" a la quinoa y cruzaron las fronteras
Cereales Andinos Cerandina apuesta por los snacks nutritivos a través de extrusión. Su materia prima es la quinoa y sus principales clientes son los niños y niñas. 2023 cerraron su facturación con US$ 905.000 y este año lanzarán una nueva línea de sopas saludables.

La quinoa como alimento se remonta a las antiguas civilizaciones prehispánicas de la región andina. Se cosecha principalmente en la Sierra ecuatoriana y ha ganado popularidad por ser una alternativa nutricional más balanceada. Es una semilla que saltó a la fama como un superfood. En nuestro país, uno de los platillos más famosos es la 'sopa de quinoa', pero hay empresas como Cereales Andinos Cerandina que están reinventando la forma de consumirla.

En su planta de producción, ubicada en el norte de Quito, Viviana Viteri, gerente General de Cerandina, recibió al equipo de Forbes Ecuador. Una visita para conocer cómo sus procesos de producción los llevaron a posicionarse como referentes en snacks saludables, naturales y sin químicos.

Esta ecuatoriana, de 36 años y madre de dos niñas, lidera la empresa desde 2020. Es ingeniera en Finanzas y Auditoría de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) y cuenta con una maestría en gerencia empresarial. Desde que comenzó con su carrera profesional siempre estuvo vinculada con la industria alimenticia. "Mi primer empleo fue en la empresa familiar. Mis padres producían cereales para el desayuno escolar del Gobierno y ahí conocí a la familia Tapia (dueños de Cerandina), quienes elaboraban granola".

Por la falta de pagos, la mayoría de compañías decidieron dejar de ser proveedores del Gobierno, según Viteri. Es ahí cuando Cerandina creó productos para el mercado privado, explotando su propio potencial. En un inicio lanzaron una marca de granola, pero los extruidos fueron la clave de su crecimiento. El año pasado facturaron US$ 905.000 y este 2024 planean llegar a su primer millón.

La extrusión de alimentos es una forma de cocción rápida, continua y homogénea. En pocas palabras, los cereales se inflan. Cerandina apostó por este proceso y compró toda la línea de extrusión desde la preparación de la harina hasta el empaque final. Actualmente, cuentan con tres verticales: la dulce (Quinoa Munch), la salada (Quinoa Snacks) y las harinas. "La línea salada es dos o tres veces más fuerte que la dulce (depende de la temporada). Las personas comen snacks varias veces al día, pero solo desayunan una vez; y el dulce está muy relacionado con esta primera comida".

Con respecto a lo dulce, su principal mercado son los niños y niñas, cuentan con cereales de cuatro sabores, en tres presentaciones. Mientras que, en lo salado, tienen cuatro sabores, en dos presentaciones. Y, por último, la línea de harinas está precocida y es cotizada en el mercado porque "es fácil de usar". Viteri asegura que han destinado muchos años de investigación para que sus 22 productos sean saludables y ricos. Las materias primas que más usan son la quinoa, el arroz y el maíz. "Hemos exportado materia prima a Guatemala y Colombia. También maquilamos para empresas locales e internacionales".

Las exportaciones representan entre el 5 % y el 10 % de sus ventas anuales. Han enviado su propia marca a Panamá, México, Chile y Estados Unidos. En este último, cuentan con un distribuidor que está apostando por impulsar la línea de sal. "Una de nuestras estrategias es fortalecer la penetración en el mercado nacional para sostener las inversiones fuera del país. Además, estamos en todos los autoservicios, cadenas y supermercados. Contamos con nuestro propio e-commerce y estamos en ciertas aplicaciones de delivery".

Viteri comenta que en unas semanas lanzarán su propia línea de sopas, que serán espesas, sin químicos ni conservantes. "Nos diferenciamos de la competencia y mantenemos todos nuestros valores. Esta es una gran propuesta y también vamos a sacar una línea de tortillas horneadas, que sean crocantes y agradables para el paladar". Sus principales proveedores son pequeñas asociaciones de agricultores y al momento, en su fábrica, están produciendo entre siete y 10 toneladas al mes.

Para culminar la entrevista, Viteri sostiene que uno de los mayores retos es que la gente deje de "satanizar a la quinoa". "Pensamos que es fea o amarga. Por eso, creamos una comunicación que muestra que es posible reemplazar productos 'vacíos' por aquellos que tienen un gran valor nutricional". Abrir una funda de Cerandina, es abrir un alimento sano, responsable y pensado en todos los integrantes del hogar. (I)