Arriesgarse para construir tu propio imperio requiere verdadera dedicación. Internet parece resaltar la fama y las riquezas que vienen con el espíritu empresarial, pero a menudo no escucharás sobre la ardua batalla que se tomó para llegar allí. A continuación, destacamos cuatro de las principales dificultades de convertirse en emprendedor y cómo podés ayudar a prevenirlas o superarlas.
1. El tiempo es un delicado equilibrio
El tiempo es uno de tus mayores enemigos. Como emprendedor, sos responsable de tu propio tiempo y de lo que se hace en él. Pero es una línea muy fina. Descuidar la atención de tu negocio puede retrasar o dificultar tu crecimiento. Por otro lado, trabajar demasiado puede provocar agotamiento rápido, especialmente si no descansás lo suficiente. Tenés que ser capaz de encontrar un punto medio feliz con tu tiempo. Usalo sabiamente y recordá tomar descansos frecuentes mientras trabajás.
2. La salud y el bienestar pueden disminuir
Cuando notás que tu sueño está a tu alcance, tendés a centrarte menos en tu salud y más en llegar a la "línea de meta". Ser sociable y pasar tiempo con amigos, familiares y conocidos contribuye a tu bienestar, pero estas cosas desaparecen cuando tenés el peso de un nuevo negocio sobre tus hombros. Si tenés la oportunidad de pasar tiempo con la familia, asegurate de aprovecharla. El trabajo siempre estará ahí, pero las relaciones no.
3. No comenzarás con una fuente de ingresos constante
Dejar tu trabajo o irte por tu cuenta significa dejar atrás tu típico sueldo mensual. Hasta que construyas tu imperio, tu salario llega cuando decides trabajar o cuánto decides trabajar. La mejor manera de seguir tu sueño es seguirlo de verdad. No todo el mundo tiene la suerte de saltar de cabeza a su sueño. La única forma en que realmente podés construir ese imperio es dedicarte a él a tiempo completo.
4. No hay un proceso fluido
Podés tener desacuerdos con empleados o colegas. El cliente más confiable puede no pagar su factura a tiempo. O tu mercado puede tener poca demanda de tu producto en el momento actual. Tenés que aprender a adaptarte a los baches que encontrarás en el camino, o te hundirán. Nunca será una navegación tranquila. Cuando se trata de emprendimiento, recordá que el crecimiento viene con paciencia.
Ser emprendedor requiere coraje. Hay riesgo asociado con la independencia. Ser el jefe te da mucha libertad, pero si la organización y la disciplina no son tu punto fuerte, es posible que te cueste acostumbrarte.
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*Nota publicada en Forbes US
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