Trabajó 15 años en relación de dependencia y sus primeras experiencias laborales le permitieron a Pablo Mosiul terminar la facultad, rendir algunas certificaciones internacionales y cursar un MBA. A principios de 2000, cuando tenía 26 años, lo convocaron para gerenciar el centro de operaciones de una startup de telecomunicaciones, donde entendió el esfuerzo que significaba transformar una idea de PowerPoint en una compañía en marca. Y, desde entonces, no paró. Primero, fundó una compañía de desarrollo de software que en la práctica funcionaba como una incubadora de proyectos e ideas. Después, siguieron varios proyectos: algunos no llegaron a ver la luz, otros terminaron en spin-offs, transformándose en empresas que aún existen y continúan creciendo.
En 2017 creó Orbith, la primera empresa argentina en ofrecer Internet satelital de alta capacidad en banda Ka. Bajo la consigna “conectar a los que están desconectados”, la compañía, que permite brindar servicios de conectividad a en zonas rurales con velocidades que alcanzan los 200 Mbps, alcanzó los 10.000 clientes dentro de su área de cobertura y cerró 2021 con un volumen de ingresos recurrentes equivalente a los US$ 10 millones anuales.
“Nuestro objetivo es reducir la brecha digital y satisfacer la demanda latente por servicios de conectividad en zonas rurales, brindando un servicio de calidad similar al que se ofrece en las ciudades, llegando a donde otros no llegan”, comenta Mosiul, CEO de Orbith, quien desde el inicio concibió a Orbith como una empresa regional, "porque la necesidad de conectividad en zonas remotas es un factor común a toda Latinoamérica. Dimos el primer paso en Argentina, fundando la compañía en 2017 e instalando nuestro primer cliente en febrero de 2018. Fuimos pioneros en el uso de satélites HTS y la banda Ka en el país. Ya estamos operando tanto en Argentina como en Chile”, destaca.
Orbith, que emplea a 30 personas de forma directa, ofrece servicios destinados a cubrir las necesidades de 3 tipos de clientes: Residenciales, Pymes y Gobierno, para uno de los cuales ofrece un abanico de planes que se adaptan a los diferentes niveles de uso del servicio. Asimismo, tiene dos modelos de comercialización: venta directa al consumidor final y venta mayorista por medio de ISPs.
La tecnología satelital en banda Ka –provista por satélites HTS– permite brindar servicios de conectividad con velocidades que alcanzan los 200 Mbps. Estas capacidades se logran con técnicas de reutilización del espectro radioeléctrico, multiplicando por 100 o más la capacidad de los satélites tradicionales, incluso comparable a tecnologías terrestres de cable o fibra óptica.
Año de despegue
Para Mosiul, 2021 fue un año de mucho crecimiento, a pesar de un contexto adverso. “Una startup se asemeja a un vuelo en avión, donde la parte más peligrosa es el despegue. La pandemia, y otras dificultades propias del país y del sector, configuraron un despegue muy difícil, pero logramos llegar a los 10.000 pies!, nuestra tripulación hizo un trabajo increíble”, dice.
Recientemente, Orbith anunció un proyecto a través del cual logró conectar a 1.500 escuelas rurales de la provincia de Buenos Aires, las cuales en su mayoría nunca habían tenido acceso a Internet. “Lo importante de este proyecto es que no solo se trata de darle acceso a más de 50.000 alumnos de todos los niveles, sino que también que les permitió a docentes, padres y otros miembros de las comunidades acceder al mundo digital”, enfatiza Mosiul.
Actualmente, Orbith da cobertura en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, San Juan, Mendoza y Neuquén; y en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Santiago y O'Higgins, en Chile. Además, se encuentra en un proceso de expansión para ofrecer servicios en todo el territorio nacional y en la totalidad de territorio chileno.
Para lo que queda del año, la firma apunta a consolidar la operación, y preparar el desembarco en nuevos mercados a partir del año próximo. “Estamos estudiando distintos países de Latinoamérica, donde si bien existe mucha demanda potencial para nuestro servicio, la posibilidad del desembarco también depende de desarrollar capacidad satelital con características especiales en términos de prestaciones y de costo. Estamos evaluando múltiples opciones que van desde adquirir más capacidad a grandes operadores internacionales, hasta la fabricación de nuestro primer satélite propio”.
Asimismo, también se encuentran trabajando fuertemente para lograr productos más accesibles, que puedan llegar a familias y pymes de menores ingresos. “Ya hemos logrado un servicio rural que, en calidad y prestaciones, es comparable con un buen servicio de Internet por fibra óptica de la ciudad, pero aún es más costoso. Queremos reducir esa brecha para que todos puedan tener acceso, independientemente de la vida que elijan vivir, y donde elijan vivirla”, comparte Mosiul. Y cierra: "Fundé Orbith, convencido de que existía una gran necesidad de Internet en zonas alejadas, y una nueva tecnología (la de los satélites HTS) que lo hacía posible a precios asequibles. Mi vida de entrepreneur me enseñó que no debemos abandonar una buena idea, a pesar de las dificultades que se puedan ir presentando. La perseverancia y la resiliencia creo que son de los atributos más importantes en un emprendedor”.