En junio de 2024, Giancarlo Escala cumplió su sueño de abrir el primer bar de Cultura Açaí, una marca de súper alimentos de la Amazonía que sacó al mercado en 2016 y que poco a poco se fue posicionando entre los consumidores. El producto está hecho con base en açaí orgánico, una fruta amazónica que se produce en el norte de Brasil, y a la que se le atribuyen propiedades antioxidantes.
Este superfood tiene un color morado oscuro, se produce en una palma, se cosecha, se despulpa y se congela. Escala la descubrió años antes y la trajo al Ecuador en forma de pulpa congelada para comercializar. Había logrado colocarla en sachet de 100 gramos en restaurantes, cafeterías y perchas de cadenas de retail hasta convertirse en una verdadera Cultura Açaí.
"El propósito es fomentar un estilo de vida activo y saludable, con base en una alimentación nutritiva, y que guarda armonía con el medio ambiente", señala Giancarlo Escala, fundador y CEO de Cultura Açaí, de 32 años de edad.
Ese concepto lo trasladó al bar de Cultura Açaí que funciona en Tiendas Bro, junto a otras marcas de alimentos, en una de las gasolineras de la cadena Shell, en el ingreso a Samborondón. El menú incluye los bowls de açaí, con granola, frutas y mantequilla de maní, barrie lovers, buenas vibras. Los precios van desde US$ 5,75 hasta US$ 7,25. Y también hay conitos de açaí a US$ 2,50 y choco cono de US$ 3,50.
Açaí se pronuncia asaí y tiene un sabor exquisito hecho helado. Los tonos morados destacan en la máquina de helados y en una pared que hacen contraste con un blanco impecable en el nuevo local, donde trabajan dos personas en distintos horarios en atención al público y una en administración. La inversión en el bar y el equipamiento ascendió a US$ 25.000, que se financiaron a través de un socio inversionista, a quien le presentó la propuesta y le pareció atractiva.
Tener un local propio donde la gente pueda degustar los bowls de açaí, le permite ofrecer una experiencia de usuario. "El açaí al ser una fruta se puede mezclar con más frutas y tiene una gran carga de antioxidantes y esta forma de comerlo, en tipo helado, hace placentero consumir un producto saludable".
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Todo empezó en 2015, cuando el joven guayaquileño buscaba emprender y viajó hasta Belém, una población en el norte de Brasil, para conocer de cerca la producción de la fruta amazónica. Había descubierto el açaí en 2010, mientras participaba en una competencia de Jui-jitsu, y con sólo 18 años vio que había una posibilidad de emprender. Pero primero decidió estudiar una tecnología en Humane Instituto de Negocios y Administración de Empresas en la Universidad Ecotec.
Años después, la gente ya estaba dispuesta a probar algo saludable, entonces vio su oportunidad y quiso replicar lo que había conocido en Estados Unidos, que para entonces el açaíya ya era un boom en otros mercados. En su viaje a Brasil conoció a los proveedores del producto y trajo la primera carga. Explica que trabaja únicamente con açaí orgánico, cosechado de manera silvestre, y que genera un impacto positivo en la economía de las comunidades amazónicas.
"Recuerdo que empecé con una tonelada, ahora vendemos entre 30 y 40 toneladas al año". Comenzó con paquetes de pulpa, hasta que a inicios de 2022 pudo arrancar la Fábrica, para producir su nueva línea de Açaí Bowls listos para servir. "Ese fue el momento cuando Cultura Açaí dejó de ser sólo un importador de pulpa y pasamos a ser una empresa que compraba materia prima y la transformaba en productos".
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La Fábrica aportó valor agregado a la marca. La pandemia había significado un frenazo, pero no lo desanimó. "Nunca pensé en tirar la toalla, busqué la forma de financiarme, sí nos afectó como a todos la pandemia, logramos salir, y hemos recuperado el pico de ventas prepandemia. Este año esperamos que se venga bien".
En esa época, mientras restaurantes y cafeterías cerraron se abrió el canal de ventas a través de una de las cadenas de supermercados más grandes del país. Y buscó la forma de financiar el montaje de la Fábrica porque sabía que el mercado estaba listo para consumir un producto elaborado.
Actualmente, el portafolio tiene seis productos: tres Açaí Bowls, de banana, maracuya, y frutos rojos, y tres presentaciones en pulpa, Açaí orgánico, Açaí Guaraná, y Açaí Cacao Mucílago. Y prepara una nueva línea de açaí con granola, que tiene previsto lanzar en el último trimestre de 2024.
"Los productos siempre son pensados en el bienestar de las personas, y generando el menor impacto ambiental. Con el açaí se puede comer rico, pero saludable, a veces cuando te dicen voy a comer sano piensas en alimentos verdes, que no es el concepto de una comida riquísima", señala.
En 2022, un gran logro fue conseguir producir en colaboración con la marca Toni un yogurt deslactosado y descremado con base en açaí y frutos rojos.
En 2017, las ventas fueron de US$ 150.000. En 2019, cerraron en US$ 400.000; los siguientes años a causa de la pandemia la facturación cayó, y sólo en 2023 pudo volver a facturar la cifra de la prepandemia. Este 2024, los planes son cerrar ventas con US$ 500.000 y en 2025 alcanzar un crecimiento de 50 %.
Actualmente el negocio genera mano de obra para nueve personas en la Fábrica y tres en el local. Los planes son abrir un segundo bar este año, y está en la búsqueda de un espacio adecuado. Para 2025, la estrategia es llevar los bares de Cultura Açaí a otras ciudades principales y más adelante también exportar la marca. (I)