Boris Aguirre, María Paulina Romo y Juan Sebastián Aguirre forman un triángulo equilátero en el que se asientan las operaciones de Grupo Entregas, una empresa de logística cuyos orígenes se remontan a 2004 y que en 2021 facturó US$ 16 millones.
Aguirre tiene dos décadas de experiencia en el negocio de los courier y Romo es una experta en finanzas y estrategia. Juan Sebastián Aguirre, de su lado, aporta con la creatividad de los millennials y está encargado de la innovación del Grupo, que con sus servicios cubre todo el país, con una flota de más de 150 vehículos entre camiones, motocicletas y bicicletas, de gasolina y eléctricas.
En el año 2004 surgió en Quito la empresa Espentregas. Era un negocio de mensajería que creció, pero llegó a un punto en el que no pudo sostenerse y entró en una crisis severa. Su facturación cayó a US$ 1.500 al mes y alcanzó un escenario crítico, recuerdan Romo y Aguirre en sus oficinas ubicadas en el norte de Quito.
La noticia llegó a oídos de esta pareja. Romo analizó los números y trazó escenarios posibles. Concluyó que había una buena y una mala noticia: existía una empresa, pero tenía cifras en rojo. Junto con Boris Aguirre y dos socios más decidieron asumir la operación.
Espentregas tenía entonces un equipo mínimo compuesto por un motorizado, un supervisor y un encargado de la base de datos. Los socios sabían que no era el mejor escenario, aun así pensaban de manera optimista. No había más recursos, pero sí ideas, recuerda Romo.
Enseguida empezó una etapa de modificaciones que darían resultados en el mediano y largo plazo. La primera acción fue el cambio de nombre: en 2008 la compañía empezó a llamarse Entregas Especiales. Otra de las decisiones fue invertir US$ 5.000 en un software que permitía controlar de mejor manera la operación del negocio. Romo y Aguirre sabían que la tecnología sería uno de los pilares para el crecimiento al que apuntaban.}
Con esas y otras acciones se iniciaba la recuperación. Había terreno para recorrer en el negocio de la logística y estos emprendedores-empresarios lo intuían. En 2010 fueron necesarias nuevas inversiones; además salieron dos accionistas, y Romo y Aguirre compraron esas acciones. La empresa se aceleraba y surgían nuevos proyectos; algunos se concretarían, otros no.
Un año después, en 2011, Entregas Especiales se fijó la meta de internacionalizarse. Empezó un proceso de mejoras que incluyó una valoración de la compañía, pero la idea no prosperó. Fue una primera frustración, pero sirvió para levantar la cabeza, dice Aguirre. La siguiente movida fue buscar un aliado estratégico y, tras varias reuniones e intercambios de criterios, la empresa consiguió la representación de Fedex, un gigante del mundo logístico. Eso fue un punto de quiebre en los planes de Romo y Aguirre.
La operación se apuntalaba y en 2017 la empresa nuevamente cambió su nombre: empezó a llamarse Grupo Entregas. El nuevo enfoque estaba en la tecnología y la sostenibilidad, por lo que se invirtieron US$ 200.000 y US$ 100.000 en esas áreas.
Buscamos la empatía social y sabemos que la sostenibilidad es un buen negocio, dicen Aguirre y Romo con optimismo. La sostenibilidad ya se vive en Grupo Entregas: la oficina principal tiene 116 paneles solares y tres bicicletas eléctricas ya son parte de un plan piloto de mensajería que crecerá este año. El nuevo proyecto incluye el uso de mapas de calor para determinar rutas que puedan ser sostenibles, más cortas y manteniendo la calidad del servicio.
El año pasado Grupo Entregas continuó con su enfoque en sostenibilidad. Por eso la oficina matriz en Quito fue certificada como Punto Verde. Otro de los logros más recientes fue la activación de una electrolinera de carga doble, abierta todos los días en la oficina matriz y que está disponible para toda la comunidad.
Otros hitos verdes alcanzados en 2021 fueron la implementación de un sistema de gestión ambiental, que implica el levantamiento de información para definir la línea base, cálculo de huella de carbono, programa de reciclaje con la Fundación Hermano Miguel. También tiene una alianza con el gestor de residuos electrónicos Vertmonde para recolectar toners y equipos electrónicos. Y se adhirió al programa carbono cero para cuantificar la huella de carbono empresarial.
Además, Grupo Entregas tiene tres 'hijas' que están creciendo: Ecargo, Efile y Mi Tienda Labs. La primera se enfoca en la innovación; la segunda digitaliza documentos de empresas usando transformación digital, y la tercera es una aceleradora de emprendimientos y un marketplace. Todas ya empiezan a mostrar resultados con la guía de las cabezas del grupo.
El enfoque social también se integra al día a día de la empresa. Por eso, Grupo Entregas firmó un convenio con la Universidad Técnica Particular de Loja, World Vision y la Agencia Nacional de Control y Regulación Postal para crear la Primera Escuela de Formación de Couriers. Por allí ya han pasado 240 personas que se han capacitado en el negocio y que pueden emprender.
Para Romo y Aguirre, Grupo Entregas es un sueño de vida. Nos emociona mucho ver lo logrado en estos años: empezar con tres empleados y hoy tener cerca de 300 colaboradores.
Este año Grupo Entregas tiene planeado invertir US$ 1,5 millones en infraestructura, tecnología y sostenibilidad, y calcula facturar US$ 22 millones. El secreto de su expansión se resume en esta frase que Romo y Aguirre repiten y comparten como un mantra: Siempre se pueden crear oportunidades de negocios si es que se tiene una actitud mental que permita alcanzar cambios positivos. (I)