100 supermercados en EE.UU. venden su té de guayusa
Sebastián Ayala transformó los desafíos en su motor de crecimiento y logró que Boraa y sus productos se posicionen en Nueva York y sus alrededores.

A sus 28 años, el ecuatoriano Sebastián Ayala  tiene recorrido un camino de cambios y aprendizajes que lo llevaron a fundar Boraa, un negocio de tés naturales con expansión internacional.

El cambio es una constante en su vida. Estudió la primaria en el colegio Riverside, en Riobamba. Cuando tenía 13 años su familia decidió mudarse a Quito en busca de mejores oportunidades. Su padre trabaja en Schlumberger, en la región oriental del país, mientras que su madre es gerente de la aseguradora FidiCap.

El traslado a la capital fue un desafío. Le costó acoplarse y hacer amigos. Durante esta etapa de su vida descubrió en la lectura una herramienta de crecimiento personal. "Me toco aprender a la brava y desde ese entonces aprendí a adaptarme a los cambios rápidamente y entendí que así funciona la vida".

Graduado de Administración de Empresas en la Universidad San Francisco de Quito, su primera experiencia profesional fue una pasantía de seis meses en el área de inversiones en el departamento de banca corporativa en Citi, con un salario de US$ 550. Luego aplicó al Global Training Program de Qatar Airways. "Aplicaron 2.000 y entramos 140. Vivir en Doha fue una experiencia increíble. Recibíamos capacitación en finanzas, contabilidad, administración y todo lo relacionado con la aviación. Incluso hice dos vuelos de observación. Nos pagaban US$ 2.500 mensuales".  Aunque en un momento pensó en quedarse y conocer el mundo volando, decidió avanzar por otro camino.

Al volver a Ecuador en diciembre de 2019 en su cabeza daba vueltas la idea de tener algo propio. Recordó que en sus años universitarios descubrió que los tés de guayusa le ayudaban a mantenerse alerta y enfocado. "Decidí que por ahí era el camino. Borré mis redes sociales, para no tener ninguna distracción y como tuvimos que estar encerrados tres meses por la pandemia, logré elaborar un business plan, me reuní con emprendedores cracks para conocer sus experiencias y sin ningún egoísmo me guiaron en el proceso. Mi objetivo era llegar al mercado estadounidense". 

Mientras consolidaba su proyecto trabajó en Betterfly y en FidiCap; su idea era levantar capital para arrancar su proyecto. Con US$ 17.000 en su bolsillo llegó a la Amazonía. Allí estableció contacto con Wiñak, una organización comunitaria y autónoma de agricultores kichwas quienes se convirtieron en sus proveedores de guayusa y otras hierbas. 

El siguiente paso era encontrar quien maquile el producto. En la búsqueda llegó a Jambi kiwa, una asociación de productores de plantas medicinales en Riobamba. En 2023 nació Boraa. "Es una abreviación de Chimborazo. Sacamos cinco sabores y empezamos vendiendo en cafeterías de Cuenca, Ambato y Riobamba, luego nos expandimos a supermercados pequeños. Producíamos unas 500 cajas mensuales". 

Ayala está enfocado en fomentar un estilo de vida saludable, con un nicho enfocado en la exportación, por eso sin dudar hizo maletas y viajó a EE.UU. Tocó las puertas de su amigo Nicolás Estrella quien vive en Brooklyn y conoce el teje y maneje del negocio. Quemó la suela recorriendo restaurantes, tiendas y supermercados. "Logramos pedidos en Key Foods, Brooklyn Fare, un grocery delivery, y C-Town, otro supermercado. Envié 1.000 cajas mensuales y cerré el año con ventas superiores a los US$ 70.000"

2024 arrancó con buenos bríos. Sus tés de guayusa combinados tienen varios beneficios: el de mandarina y mora para la concentración; el de guayaba y hierba luisa ayuda a reducir el estrés; el de vainilla, lavanda y manzanilla sirve para relajación, mientras que el de naranja y jengibre refuerzan el sistema inmunológico. Todos se vendían en 20 supermercados, con una buena rotación.

Además, fue seleccionado por Babson College entre las 20 primeras starts up de Latinoamérica para ser parte de un programa de emprendimiento. "De enero a octubre vendí entre US$ 10.000 y US$ 12.000 mensuales". Ayala iba por más y en noviembre de 2024 lo logró. La distribuidora Fancy Foods aceptó entregar su producto en supermercados del estado de Nueva York. "No lo podía creer, porque ellos son muy grandes, distribuyen en 15.000 supermercados a nivel nacional. El primer pedido superó los US$ 30.000. fueron más de 200 cajas de cada sabor y en estos días estamos enviando un nuevo paquete. Este 2025 mis productos están en cerca de 100 supermercados". 

Este joven emprendedor comenta  que el mayor impulso para lanzarse con todo fue terminar con su novia de años. "Literal me rompió el corazón. Quito es pequeño y teníamos el mismo círculo de amigos, eso me impulsó a cruzar fronteras. Los cambios bruscos te llevan al siguiente nivel", dice mientras saca de su bolsillo unos snacks de maní, manzana y quinoa. "Tenemos cinco variedades. Estamos en autoservicios en Quito, también estoy probando con mezclas de pancakes de proteína con avena, chocho y cacao. Esta semana enviamos las muestras a EE.UU.  Este año lograremos ventas por US$ 360.000".

Cada cambio y desafío superado son el trampolín desde el que este Under 30 salta para crear nuevas oportunidades. En 2026 levantará una ronda de inversión con una base de US$ 500.000 para expandirse al área de California y Canadá. (I)