Daniela Hill no conoce realmente cuál fue el proceso interno o los parámetros para ser seleccionada. De lo que sí está segura, y se le nota a leguas submarinas, es que se siente “emocionadísima”. La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco (IOC-Unesco) la invitó para ser parte del Grupo de Expertos de Cultura Oceánica (Ocean Literacy Group of Experts, GoE), para los próximos cuatro años. Será la única ecuatoriana de la sociedad civil en integrar este equipo asesor, que brindará orientación en el alcance, implementación y seguimiento a las acciones a favor de la cultura oceánica. Ella es Directora de la Fundación Amiguitos del Océano que trabaja en proyectos de conservación y protección del océano en Ecuador.
La invitación para unirse al Grupo de Expertos le llegó, a través de correo electrónico, el 25 de noviembre de 2022. Y el 21 de diciembre conoció, por la misma vía, la lista de los 20 miembros que son de diversas disciplinas, como economistas, y no solo vinculados a las Ciencias Naturales. En el equipo hay expertos de cuatro países de América Latina (Ecuador, Brasil, Perú y Chile), el resto es de EE.UU., Portugal, Bélgica, Italia, Malasia, Kenya, entre otros.
El GoE se reunirá una vez al mes y funcionará de forma virtual. La primera cita será a finales de enero de 2023. En la carta de invitación, el IOC-Unesco señala que, al igual que todos los grupos de expertos, “se espera que los miembros del GoE brinden asesoramiento independiente y asistan al grupo a título individual”. El Grupo de Expertos de Cultura Oceánica fue establecido en la Asamblea de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, en junio de 2021.
Daniela es una entusiasta innata en todo lo que hace. Es bióloga, guía de buceo y dirige seis ecoclubes de niños y niñas en Guayaquil, Ayangue y Ballenita. Es una apasionada defensora del océano, considerada una heroína. Y cree que todavía hay tiempo para formar una generación “que se reconecte con el mar y que lo proteja”, como le dijo a Forbes, en una entrevista, en marzo de 2022.
El año pasado también fue ecoexperta en el concurso interescolar los Juegos del Cambio, segunda edición, parte de un proyecto de aplicación profesional de la Universidad Casa Grande.Estuvo invitada como experta en el elemento agua, se produjo material didáctico y el programa salió en señal nacional de televisión.
¿Cómo llegas al Grupo de Expertos en Cultura Oceánica?
No sé cuál fue el proceso interno de la IOC-Unesco para seleccionar a los miembros del Grupo. Este no es un proceso de convocatoria al que se pueda aplicar, sino un nombramiento honorífico. Sin embargo, he visto que los procesos de la organización tratan de ser lo más incluyentes posibles para contar con varios puntos de vista y criterios, no solo hablando de sexo o demografía, sino de versatilidad de profesiones.
Cuando recibí el correo invitándome a ser parte del Grupo de Expertos de Cultura Oceánica realmente me emocioné muchísimo. Fue una sorpresa, ya que no es que hubo alguna reunión o conversación previa sobre este tema con ellos. Pero sí tuve la oportunidad de conocer a parte del equipo en Lisboa, cuando fui a la Conferencia de Naciones Unidas para el Océano, a finales de junio de 2022, y participé en unos talleres. Además, la IOC-Unesco conoce de nuestro Programa de Educación Oceánica para Comunidades Sostenibles que tenemos en Ayangue, desde agosto 2021, contamos con un aval como proyecto que se alinea a la Década del Océano.
¿Fue el inicio para la invitación?
Sinceramente, no puedo aseverar si fue así. Tal vez fue una mezcla de ambas, pero sí es muy importante y hay que precisar que no estoy representando a Ecuador. Para temas formales, está el Estado, pero sí soy la única ecuatoriana de la sociedad civil dentro del grupo. La idea es que somos Ocean Lovers, personas en diferentes carreras y áreas que trabajamos en proyectos de conservación y protección del océano.
¿Qué significa estar en el Grupo de Expertos?
Esta invitación significa muchísimo para mí. Es una gran oportunidad de colaborar con más personas que tienen programas a favor del océano, para aprender de sus experiencias; de juntarme con más 'Ocean Freaks', en el mejor sentido de la palabra, para aportar con ideas y ver maneras de cómo aceleramos -a través de la cultura oceánica- los procesos de entendimiento de esta hermosa conexión que existe entre el océano y los seres humanos. También de hacer networking para posibles proyectos en la región u otros continentes, de cambiar la realidad actual, de cumplir propósitos personales y colectivos.
¿Cuál es la dimensión de este grupo y ser integrante?
En 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) o también llamada la 'Década del Océano', con el propósito de establecer un marco común capaz de garantizar que las ciencias oceánicas apoyen plenamente los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. La Década se enmarca en la visión 'la ciencia que necesitamos para el océano que queremos', pensando en cómo cambiar la relación de la humanidad con el océano y vincular las ciencias oceánicas con las necesidades de la sociedad. Ser integrante de este cambio, significa muchísimo para mí en lo personal y profesional. En la Fundación Amiguitos del Océano hemos creado métricas en 2022 para obtener resultados tangibles en procesos de educación marina, y tal vez nuestro caso de estudio pueda ser replicado y validado en otros países. No solo contamos con el número de beneficiarios directos e indirectos, sino una metodología que hemos desarrollado como pilotos en los ecoclubes, cuatro en Guayaquil, uno en Ballenita y uno en Ayangue. Estamos preparando el informe para mostrar los resultados.
¿Qué se puede lograr con el Grupo de Expertos?
Creo que el trabajo que se logre con el grupo va a ser muy interesante. Es un reto lo que se viene, pero estoy segura de que el conocimiento, experiencia y pasión marina de todos los integrantes será un proceso bastante enriquecedor con el objetivo de que se pueda lograr obtener herramientas, procesos que nos ayuden a acelerar el desarrollo sostenible que todos buscamos a escala global, con base a una interiorización de la cultura oceánica. (I)