Forbes Ecuador
Cristian Maggy
Movimiento Inspirador

Ni dos operaciones de corazón abierto detuvieron a este ingeniero ecuatoriano

Daniela García

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Christian Maggi llegó a Europa hace tres años para estudiar una maestría. En su búsqueda por destacarse, ahora forma parte de la multinacional ExxonMobil, una compañía petrolera estadounidense que extiende sus actividades en más de 40 países, entre esos Hungría, el país que acogió a este ecuatoriano.

1 Diciembre de 2023 13.25

La historia de Christian Maggi es un ejemplo de inspiración. A muy corta edad tuvo que enfrentarse a situaciones que le cambian la vida a cualquiera. Cuando cumplió cinco años, aún sin entender el mundo, Maggi tuvo una cirugía de corazón abierto por un diagnóstico de estenosis aórtica e insuficiencia cardíaca. 

Durante su crecimiento y con el apoyo de sus padres, Maggi quiso tener actividades de un niño sin complicaciones. Estudiar, jugar fútbol y hacer mucho deporte era parte de su día a día. Pero en tres ocasiones su corazón dejó de latir y perdió el conocimiento.

Fue una alerta para saber que su enfermedad había progresado por todo el esfuerzo físico que había tenido y recibió una noticia que volvía a tumbar sus sueños: una nueva cirugía de corazón abierto. Tenía 17 años.

Viajó hasta Colombia para la operación, pero no salió como esperaba. “Estuve en terapia intensiva por una semana, más de lo planificado. Hubo complicaciones y pesaba 40 kilos. Mi mundo se vino abajo y pensé que jamás me recuperaría”, recuerda.

Entre su recuperación -que duró un año- y las ganas de seguir con su vida, comenzó a estudiar Ingeniería Civil, siguiendo los pasos de su padre. Luego de graduarse trabajó en varias empresas constructoras hasta que llegó al Ministerio de Educación para ser ingeniero de infraestructura y encargarse de alrededor de 50 proyectos de construcción, mantenimiento y rehabilitación de escuelas públicas al norte del país. 

La pandemia llegó para asustar a la población cuando hablábamos de la salud, pero también cuando se trataba del empleo. Maggi salió del Ministerio y aplicó a una beca para estudiar ingeniería estructural en la Universidad Tecnológica de Budapest. Lo aceptaron y viajó a Hungría, en plena cuarentena. 

Esta especialización duró alrededor de dos años y al graduarse la búsqueda de trabajo inició. El idioma fue retador y hasta encontrar un empleo relacionado a su profesión, trabajó por tres meses como repartidor de comida en Wolt, una aplicación de delivery muy similar a las que funcionan en Ecuador.

Al poco tiempo, Maggi fue aceptado para integrarse a la lista de los más de 60.000 empleados de ExxonMobil en el mundo. El cargo que ocupa actualmente es ingeniero de proyectos. Esta petrolera, originaria de EE.UU., opera en las áreas de petroquímica, energía eléctrica, petróleo y gas.

Maggi, de 30 años, fue parte de un proceso de selección luego aplicar a esta vacante en el portal oficial de esta corporación. “También me contactaron por correo y de ahí un sinnúmero de entrevistas y muchos filtros para entrar a la empresa. Todo fue en línea y lo logré”, cuenta este ingeniero.

A la pregunta de si dimensionaba que está decisión cambiaría su vida, este ecuatoriano responde que tenía una mezcla de sentimientos por no regresar a su país; de hecho, no lo ha hecho hasta ahora. Sin embargo, para él, lo que “más pesa es saber que seguiré desarrollándome en lo que me encanta y estaba demasiado feliz”. 

Explica que al ser una empresa petrolera, se requiere contratar empresas especializadas en la construcción de megaproyectos. Es allí en donde el papel de Maggi surge. Él es parte de la Major Capital Projects Contracting Lead Engineer. Entre sus principales funciones está ser líder y responsable del portafolio de 41 proyectos 'Brownfield', ubicados en todo el mundo.  “Mantengo contacto con equipos de proyectos y ejecutivos como 'project manager', en donde monitoreo y recopilo información detallada del progreso de los proyectos, contratos y actividades de contratación”. 

Este ecuatoriano le dedica este camino a sus padres y a su familia. Entre los desafíos, una enfermedad y perder su esencia, Maggi se dio cuenta de que su sueño es llegar a ser administrador de megaproyectos y plantear una empresa de ingeniería dedicada al diseño y el cálculo estructural. (I)

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