Es mamá primeriza, empresaria y una fuente de inspiración para jóvenes latinos. Nivia Estefanía Bassante García es una ecuatoriana que pasó de los negocios a la tecnología y hoy es parte de Google, una de las empresas más poderosas del planeta.
Tiene 31 años, nació en Quito y se desempeña como ML Infrastructure Deployment Program Manager en Google. Bassante culminó su educación secundaria en Ambato, ciudad de origen de su madre. Fue abanderada nacional y mejor egresada de su colegio. Se mudó a la capital para estudiar Negocios Internacionales, un deseo que cultivó desde que tenía nueve años. El trabajo de su padre le inculcó una curiosidad por saber cómo las personas pueden influir positivamente en la economía desde cualquier parte del planeta. En un inicio, la carrera diplomática le llamó la atención, pero el aspecto político la desanimó y los negocios fueron el camino para crecer profesionalmente.
Una de sus materias favoritas fue logística y apenas obtuvo su título ingresó a trabajar en DHL Express. Estuvo por cuatro años en esta compañía que le permitió conocer sobre la interconexión que tenemos con otras naciones. Su cargo era Quality Coordinator y realizaba proyectos de mejora continua, lo que le motivó a buscar más allá de las fronteras nacionales. “Yo quería comerme el mundo y qué mejor que hacerlo a través de un MBA”. En 2019, empacó sus maletas y se mudó a EE.UU. con su esposo. Dos años más tarde se graduó de la University of Virginia Darden School of Business.
Ser parte de esta institución le abrió la puerta para realizar una pasantía en Google, por tres meses, en 2020. “Esto se convirtió en un trabajo a tiempo completo. Aquí, en Google encontré una nueva perspectiva, donde nosotras (las mujeres) podemos influir en el mercado laboral y hablar sobre las STEM, sobre las mujeres que tienen una carrera tecnológica. Abrí mucho mi mente al entrar en esta industria y quiero demostrar que no solo debes ser codificadora o programadora para ingresar en una empresa así. Nosotras podemos aportar de muchas formas”.
Cuando llegó, con su experiencia en supply chain, trabajó en la estrategia de repuestos para los data centers a nivel mundial. Luego, —de acuerdo con su relato— encontró oportunidades en el crecimiento de tecnologías como: inteligencia artificial (AI) y machine learning (ML). “Google valora mucho a las personas que tienen motivación, empeño y curiosidad para autoeducarse. Yo quería romper esquemas y pedí un cambio para ser Program Manager de Deployment y ML”. En palabras más sencillas, existen las arquitecturas de las computadoras que manejan los modelos matemáticos del machine learning y la inteligencia artificial, Bassante trabaja con los ingenieros que construyen estas nuevas tecnologías para mejorar sus capacidades (memoria, velocidad…) y convertirlas en productos que se puedan transar en los data centers. “Yo hago la coordinación. Soy el puente de comunicación entre los nuevos productos y todos los requerimientos que se necesitan para lanzarlos y ponerlos en los data centers . Me encargo de su escalabilidad para que sean sostenibles en el tiempo”.
De acuerdo con datos de esta quiteña, el 60 % de las startups a nivel mundial está usando sus máquinas de ML y AI para hacer negocios. Fue un cambio retador, pero lleno de nuevos conocimientos y conexiones. “El networking es clave, hacia arriba y hacia abajo. Necesito entender lo que buscan las gerencias y lo que pide la parte operativa; para unir, crecer y tener una estrategia de ejecución y lanzamiento de nuevos productos”. Al momento, ya terminó su permiso de maternidad y tiene varios proyectos para aumentar su portafolio.
Vive en Atlanta, Georgia, y quiere seguir revolucionando su carrera al mismo ritmo que cambia la industria. Ya vislumbra su vida en EE.UU., aunque no descarta traer esta tecnología al país. En su tiempo libre trabaja para impulsar el empoderamiento de mujeres y latinos en ese país. Es miembro del directorio de la Asociación de Profesionales Latinos (ALPFA Atlanta). Ayuda a las personas a abrirse camino en las mejores empresas del país. “Este ejemplo me dieron mis abuelas, mis padres… empoderarme y trabajar duro por mis sueños”. (I)