Ecuatoriana y emprendedora. Verónica Pesantes es una mujer de mundo, salió a los cinco años del país y -desde entonces- no ha vuelto a vivir estancias largas en este territorio. Sin embargo, sus raíces siempre están presentes y su pasión por las riquezas de América Latina (sobre todo las ecuatorianas) fue inculcada por sus padres y sus abuelos. Se graduó con honores en Historia del Arte y Estudios Latinoamericanos en la Universidad Southern Methodist, en Estados Unidos, y ha complementado su formación con diversas maestrías en el mismo campo de estudio.
Me mudé a vivir en Texas, después del divorcio de mis padres, pero todos los veranos regresaba a Quito a pasar tiempo con mi abuela. Ella me llevaba a las iglesias y a visitar pueblos que despertaron mi interés por el arte religioso y colonial. Siempre crecí rodeada de artesanías y textiles, que fueron parte de mi primer emprendimiento. Hace 22 años, Pesantes creó su primera marca textil, Vero Santes, con un taller de 10 artesanas ecuatorianas. Ella compraba productos de paja toquilla, los bordaba y los vendía en el mercado americano. Tuvo mucho éxito, pero, tras el atentado de las Torres Gemelas y el declive de la economía, se vio obligada a cerrar su taller y su marca. Se casó, tuvo dos hijas y se mudó a Miami.
Ahora, con 52 años, se ha centrado en la sostenibilidad. Un concepto que lo aplica a diario, no solo en su forma de vida, sino también en su nuevo emprendimiento: The Onikas. Me fui de viaje a la India y aprendí a trabajar una técnica milenaria para textiles, con impresión de bloques de madera. Así construí una relación muy cercana con artesanos de allá. No quería dejar de lado el talento ecuatoriano y decidí conjugar las dos técnicas y crear una nueva marca. Doña Matico Lema (72 años) es la líder de la cooperativa de artesanos en Peguche (Otavalo), quienes proveen de textiles por más de siete años a The Onikas.
Esta empresa se fundó en 2015 y encontró un nicho insatisfecho con la industria de la moda, contaminante y nociva con el planeta. Tenemos una generación de niñas entrenadas para consumir constantemente, sin medir los prejuicios que esto representa para el ambiente. El propósito de mi empresa es tener una mirada circular, donde no se produzca más de lo que se puede comercializar. Es así que, en 2018 y 2019, sus ingresos superaron los USD 100.000, con un mercado en EE.UU., España, Alemania e India. La ropa que vendemos es ligera y perfecta para países costeros, pero hemos llegado a lugares que no hemos pensado, como la propia India.
Con la pandemia del Covid-19, las personas dejaron de comprar ropa y su producción, entre 2020 y 2021, fue de USD 90.000. Un número que esperan superar este año ya que cuentan con una nueva línea, enfocada en el hogar. Noviembre y diciembre son los mejores meses, casi logramos hacer el 60 % de nuestras ventas anuales y esperamos cerrar este 2022 con ingresos superiores a USD 160.000.
Define a su empresa como pequeña, por ahora, con niveles moderados de crecimiento que sustentan su principio de sostenibilidad. Respetamos a los artesanos y su cultura, practicamos una economía circular y no generamos desperdicios innecesarios. Pesantes asegura que las artesanías, después de la agricultura, en los países en desarrollo, son el segundo modo de empleo más grande, sobre todo para mujeres. Por esta razón, presta gran atención a las condiciones laborales de los 35 artesanos (10 en Ecuador y 25 en la India, aproximadamente), que trabajan con ella.
Su principal forma de comercializar es a través de su sitio web y sus redes sociales. Además, participa en ferias de moda latinoamericana, que han tenido un gran crecimiento y aceptación en Miami. Su formación, su experiencia y su forma de vida han hecho que este negocio vaya más allá de la ropa y se posicione como una experiencia para sus usuarios. El próximo año llegará recargado, con nuevas líneas de negocio: retiros (viajes) para conocer Peguche y la Amazonía ecuatoriana; y consultorías, para empresas y ONG americanas, sobre la importancia de reconocer la identidad de las culturas latinas y su historia sobre el colonialismo. Soy madre soltera, mis hijas están grandes y ahora tengo más tiempo para trabajar en mis proyectos y en lo que más me apasiona, el arte y la historia. (I)