10 años se dice fácil, pero para los emprendedores y para quienes apoyan a los entrepreneurs es un período de tiempo lleno de emociones de toda clase. Eso lo sabe muy bien la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) que este año cumple 10 años y para celebrarlo organiza una nueva edición de los premios ei, que se entregarán el próximo miércoles 29 de noviembre en una ceremonia especial en el Quorum del Paseo San Francisco, en Cumbayá.
Además, la AEI organiza ese mismo día un foro en el que participarán Camilo Pinzón, Presidente del Directorio de la AEI; Belén Sánchez, científica de datos y promotora del uso responsable de la Inteligencia Artificial; Felipe Vela, cofundador y Gerente de Karay Foods; y Pamela Salvador, CEO y cofundadora de Keif Probióticos. Este foro se cumplirá a las 17:00 en el Quorum del Paseo San Francisco.
Andrés Zurita es el director ejecutivo de la AEI y dice que en estos 10 años la organización ha seleccionado y premiado a emprendedores y aliados relevantes. “En este tiempo hay una evolución en el ecosistema emprendedor, ahora hay una masa crítica, hay servicios y productos innovadores y eso es resultado de actores del sector público, privado, de la academia y multilaterales que decidieron construir un ecosistema. Es un ecosistema que está en pleno desarrollo”.
Zurita explica que uno de los elementos claves en el mundo de los emprendedores son los fondos que se requieren. El vocero de la AEI señala que lo recomendable según estándares internacionales es que el 0,17% del PIB se destine para fondear a emprendedores. “Deberíamos tener entonces cerca de US$ 160 millones y lo que hay es como algo más de US$ 20 millones”. Sin embargo, añade Zurita, el ecosistema está funcionando porque hay incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión y más.
En un breve balance, Zurita dice que en Ecuador somos muy buenos en agroindustria o en tecnología. Pero hay otros sectores en los que se pueden hacer muchas cosas.
Pamela Salvador es la CEO y cofundadora de Keif Probióticos. Esta emprendedora arrancó con su negocio hace cuatro años y cuenta que apostar por una idea es una serie de emociones y orgullo del camino recorrido. “Es un asunto de autoconocimiento, si el emprendedor no crece, el negocio tampoco lo hará. Son decisiones diarias, con altos y bajos y conociendo gente siempre. Es un camino de resiliencia y de madurez”.
Salvador recuerda que los inicios fueron desafiantes. “Una cosa es lo que nos dicen en las clases de emprendimiento y otra distinta es lo que uno siente cuando emprende. Estudié sobre probióticos y con mi socia nos lanzamos. Yo hice el modelo de negocio y ella desarrolló el producto”. Hoy el emprendimiento tiene una línea de lácteos, una línea para veganos y una línea de no perecibles en cápsulas.
En el crecimiento Keif Probióticos recibe asesoría de la AEI y en la actualidad tiene un equipo de 15 personas; este año las ventas cerrarán en US$ 600.000, llegando al punto de equilibrio. El próximo año la meta es llegar a cerca de un millón en ventas.
Lo que cuenta Zurita y la experiencia de Salvador dejan ver que emprender en el país es una aventura, aunque cada vez existe un ecosistema que ofrece más herramientas. El vocero de la AEI recuerda que la calve ha sido aplicar metodologías como la de las Naciones Unidas. La meta para el 2030 es tener un ecosistema especializado en temas como incubadoras y fondos. “Hay mucho potencial en temas como minería, agroindustria, tecnología y sostenibilidad”. (I)
