Forbes Ecuador
Maria José empresaria de Joyas Quito - Ecuador
Movimiento Inspirador
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Por el trabajo de su esposo, en la última década ha vivido en Barcelona, Madrid, Nairobi y, ahora, Zürich. Aprendió y desarrolló su marca de joyas. Pero su vivencia más conmovedora la vivió junto a las mujeres de algunos colectivos del continente africano. Logró ganarse su confianza para producir tejidos, carteras, canastas, correas y comercializarlos en Suiza. La primera colección se lanzó en 2022.

16 Enero de 2023 23.43

Todo empezó en 2013, cuando por el trabajo de su esposo se trasladaron a vivir en Barcelona, España. Estaban recién casados y, hasta ese momento, los planes de vida de María José Nivelo no contemplaba marcharse de Quito. Por eso, cuando aquello sucedió, sintió que el mundo se le vino abajo. Hizo maletas y con un nudo en la garganta llegó a la ciudad catalana. Al principio cayó en una fuerte depresión. El remedio más natural e inmediato de su esposo fue regalarle una mascota, para que se entretuviera. Así llegó Laia a su vida, una westie que ahora tiene nueve años y que ha vivido con la pareja en tres diferentes países.

Durante su estancia en Barcelona, trabajó un año en el Consulado de Ecuador, Luego, decidió hacer un Master en Management, con especialización en Emprendimiento, en Pompeu Fabra, Barcelona School of Management. Tras concluir sus estudios, ya más acoplada, ingresó a trabajar en Federica Cui, una marca de joyas. Eso le permitió descubrir un mundo que le encantó. 

Pero, como ocurre con las familias nómadas laborales, en 2016, nuevamente por el trabajo de su esposo, se movieron a Madrid. En la capital española siguió trabajando para Cui e incluso propuso a sus ejecutivos llevar los productos a Ecuador. No recibió el interés esperado, así que decidió sacar su propia marca de joyas: Laia.  

“La tendencia de joyas de bambalina, bañadas en oro y con piedras semi preciosas eran un boom en España, en Ecuador todavía no, entonces vi en eso una oportunidad, yo nunca había diseñado algo. En un principio iba a Turquía e India a comprar mercadería y la vendía en Ecuador en ferias y bazares de diciembre. Me iba bien, vendía casi todo”.

Aprovechando que visitaba Quito por las fiestas navideñas se reunía con amigas. Aprovechó para hacer focus group, para ver la aceptación de los diseños, colores y materiales de su marca. La respuesta fue positiva. Regresó a Madrid con todo el empuje para volverse toda una emprendedora. 

A inicios de 2017 se contactó con un consultor, con quien trabajó por seis meses en el diseño de estrategias de venta. Hizo un rebranding de la marca y se lanzó a diseñar sus propios modelos. Lo difícil vendría después, encontrar un buen proveedor en Turquía. Investigando, a lo Sherlock Holmes, se encontró con Mustafá, su hombre de confianza en ese país. Ella viaja allá una vez al año, a verificar que se mantenga la calidad, y que se utilice el material correcto. 

“La primera colección la vendí en Quito en US$ 15.000. Primero hice aretes y anillos, porque era lo que más me pedían”. Poco a poco el negocio fue creciendo, cada vez tenía más pedidos, ya no solo en Quito, sino también en Guayaquil y Cuenca. Consiguió una distribuidora en el país y las joyas las mandaba por courier. “Como no vivo en Ecuador, para mí era importante tener una presencia física, para que sepan que es una marca real y no una estafa de Instagram”. Ahora lanza dos colecciones al año. 

Durante la estadía en Madrid nació su hijo (ahora tiene tres años). En esa ciudad, la familia estuvo solo dos años. Tras ese tiempo, otra vez, sí, otra vez, empacaron para marcharse, esta vez, a Naibori, Kenia. Allí, se inspiró de la cultura africana. Investigó el mercado y se dio cuenta que sus joyas debían incorporar colores fuertes, llamativos, cristales y mucho brillo. Invirtió alrededor de US$ 5.000, para lograr, a finales de 2020, lanzar una nueva colección. “Para el lanzamiento, primero, hicimos una súper fiesta, porque al keniano le gusta sentirse importante, saber que se trata de una fiesta exclusiva, un verdadero lanzamiento, sonado y publicitado. Eso por ejemplo en Ecuador nunca fue necesario. Podría decir que en unos seis o siete meses vendí todo, me significó unos US$ 20.000”. 

Después de dos años, Nivelo sabía que la estancia en Kenia iba llegando a su fin. Empezó a recorrer pueblos, ciudades, ferias y bazares, en este ir y venir logró acercarse a tres comunidades. Sin embargo, el relacionamiento no fue una tarea sencilla. Comunicarse con ellos era un desafío la mayoría solo habla su dialecto de origen (swahili). Siguió explorando y en el camino se le cruzaron unos bolsos tejidos a mano y una señora que hablaba algo de inglés. Mary se volvió su salvación, con ella fueron donde los masai, la tribu más numerosa del continente africano, que lucha por mantener intactas sus raíces. “Ella me dio confianza, mi sexto sentido funcionó, porque en Kenia te das la vuelta y te hacen trampa, entonces es complicado conseguir una persona para hacer negocios que no quiera estafarte”. 

Ahora trabaja con cuatro comunidades, las canastas son producidas por los machacos; las hebillas y herrajes se los hace en Kibera, el asentamiento más grande y pobre de Naibori; y todos los tejidos son elaborados a mano por las mujeres masai. “En la comunidad hice clic con una de ellas y la puse como líder, nos entendemos entre inglés y señas y, cuando ya no podemos, ahí está Mary para socorrerme. Lo que más me interesa es ayudar a estas mujeres porque es un grupo social muy pobre y machista que tiene a la mujer muy reprimida. Busco generarles una fuente de ingreso para que puedan desarrollar a sus familias. La experiencia ha sido fascinante, palpas de primera mano una realidad que no piensas que existe”. 

En junio de 2022 vio la luz la primera colección de 30 carteras, igual número de correas y 50 fashion tassels (colgantes para carteras). En medio de esto, la familia se cambió a Zürich, Suiza. Para su beneplácito y el de las comunidades africanas, este país tiene especial atracción por estos productos. Los bolsos se venden en US$ 130, tomando como referencia una marca colombiana que se vende a ese precio, los tassels a US$ 30 y las correas a US$ 55. Recursos que se dirigen al apoyo de estos pueblos. 

Nivelo terminó en octubre de 2022 un segundo Master a distancia en Marketing Digital en el Digital Marketing Institute de Londres, Inglaterra. Esta joven de 33 años tiene claro el rumbo que tomarán sus emprendimientos, su objetivo es sacar la esencia de cada país donde les toque vivir. De Suiza, ya nos contará en el futuro… (I)

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