En el laboratorio donde se entrenan Neisi Dajomes y Angie Palacios
En un escenario donde el deporte y la academia a menudo parecen mundos separados, la Universidad San Francisco de Quito ha decidido desafiar el status quo. Las medallas de Neisi Dajomes y Angie Palacios en los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo brillaron en el podio, sino que evidencian una transformación radical en el apoyo a deportistas. La inversión bordea los US$ 1,5 millones según relataron a Forbes.

Las imágenes de Neisi Dajomes y Angie Palacios con sus medallas olímpicas en París 2024 siguen frescas en la memoria del país. Para conocer el tras bastidores de esos logros conocimos el lugar donde estas campeonas se preparan y entrenan.

Un equipo de Forbes Ecuador llegó al Coliseo de la Universidad San Francisco de Quito, en el valle de Cumbayá. Allí nos recibió Andrés León y empezamos el recorrido por las instalaciones. El área dedicada a las campeonas está equipada con todo lo necesario para el levantamiento de pesas: barras, tacos de altura, bancos, discos de diferentes pesos, collares para asegurar los discos y una plataforma de 4X4 metros donde los atletas realizan sus levantamientos. También, hay un refrigerador repleto de hidratantes, snacks, proteínas y frutas. Las paredes están adornadas con fotos que recogen momentos únicos de su carrera deportiva. 

Nuestro recorrido continuó hacia la zona de las máquinas inteligentes conocidas como bio-strength. Estas avanzadas máquinas, equipadas con tecnología de punta e inteligencia artificial miden las dimensiones corporales de los atletas, realizan pruebas de fuerza, almacenan los datos y generan programas de entrenamiento personalizados adaptados a los objetivos individuales de cada deportista. Pero, ¿cómo, cuándo y por qué este centro de estudios decidió dar un impulso y apoyo al desarrollo de deportistas de alto rendimiento?

Durante una animada conversación, entre risas y anécdotas, Felipe Ante, director de Asuntos Institucionales y Relacionamiento de la USFQ; Harold Cardona, coordinador de Infraestructura; Vladimir López, coordinador de Selecciones; José Llerena, coordinador de Deportes; y Andrés León, coordinador Médico, revelaron que todo comenzó en 2019.

Fotos: Cortesía USFQ

Fue cuando el primer campeón olímpico ecuatoriano, Jefferson Pérez, se reunió con el rector Carlos Montúfar para proponer que los deportistas de élite tuvieran acceso a becas para estudios y preparación deportiva. Según un análisis realizado en esos años, solo un 10 % de estos atletas contaban con escolaridad, según Llerena. Con el respaldo de Montúfar, el primer deportista en beneficiarse de esta modalidad fue el marchista Jonathan Amores. "El primer año fue complicado; casi no pasó ninguna materia debido a la incompatibilidad entre sus entrenamientos y sus estudios. Aprendimos que, si una carrera normalmente se completa en cinco años, para estos atletas puede tomar ocho o más años. Los programas debían ser personalizados." Al año siguiente se sumó Martina Aguirre en fútbol, y posteriormente las pesistas Neisi Dajomes, Tamara Salazar, Angie Palacios y el ciclista Alfredo Campo, quienes se incorporaron tras su participación en Tokio 2020 +1.

Para ganar una medalla de oro en una olimpiada se requiere algo más que el talento natural. Con gran motivación estos atletas  se aferran a estrictas disciplinas de entrenamiento para desarrollar sus aptitudes y crear fuerza y resistencia. Los regímenes de trabajo son fuertes, por lo que deben ser capaces de mantener un buen estado físico,  los entrenamientos son largos, agotadores, dejan de lado sus vidas sociales. Tener confianza en uno mismo y determinación les permite conseguir sus objetivos. Este esfuerzo y dedicación  va acompañado de entrenadores y médicos especialistas.

Los seis deportistas de alto rendimiento representan una inversión anual de US$ 400.000, incluida la beca de estudios, atención médica, psicológica, nutrición, alimentación, preparación física y hábitos de descanso. "Neisi quiere ser psicóloga y Angie comunicadora. Como sus estudios secundarios los realizaron en línea, tienen algunas deficiencias en sus hábitos de estudio, por lo que estamos proporcionandoles el apoyo de una profesora para guiarlas en su formación profesional".

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El siguiente desafío fue mejorar el gimnasio, que en ese momento contaba con equipo mínimo. Aquí entra en escena Diego Quiroga, ex nadador y actual rector de la USFQ, quien representó al país en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Con una inversión cercana a US$1 millón se renovaron las instalaciones y se adquirieron unas 35 máquinas para cardio y multi fuerza, además de siete máquinas de bio-strength. La Universidad San Francisco de Quito fue fundada en 1988. Actualmente cuenta con 8.500 alumnos y maneja un presupuesto anual de US$ 90 millones. El fomento al deporte es parte de su filosofía educativa. La idea es demostrar que la universidad no tiene por qué ser la tumba del deportista y que si se quiere si es posible conjugar las dos actividades y ser triunfadores.

Llegar a ser un deportista de alto nivel y llegar a juegos olímpicos se requiere de una preparación marcada por disciplina, compromiso y competencias internacionales clasificatorias.

Adicionalmente la universidad gestiona un programa de seleccionados en diversas disciplinas como volleyball tenis, taekwondo, karate, natación, squash, y fútbol, entre otras. Actualmente, 150 deportistas forman parte de este proyecto. Además, está en marcha el programa Dragon Sports, dirigido a jóvenes promesas. Según sus cálculos, si se monetizan todos los servicios ofrecidos, la inversión total bordea los US$ 1,5 millones. 

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Más allá del apoyo académico y físico, al momento están trabajando en investigaciones avanzadas sobre biomecánica deportiva. Utilizando tecnología de última generación, como 11 cámaras 3D con sensores de movimiento, se analiza a cada deportista para mejorar su rendimiento.  Esta inversión de US$ 400.000 permitirá crear una base de datos en un software y optimizar la técnica de los atletas.

Tras un merecido descanso, el trabajo de estos deportistas empieza con fuerza . El nuevo ciclo olímpico para Los Ángeles 2028 arranca con los Juegos Bolivarianos en 2025. (I)