Corría el año 2014 y Esteban Hucho, apasionado por el marketing y la tecnología, creó la app llamada El Cantinero, que facilitaba la entrega de licores a domicilio. Este emprendedor había estudiado una ingeniería en marketing en la Universidad Tecnológica América, en Cuenca, que se enfocaba en formar pequeños empresarios.
Hucho mantuvo la app en funcionamiento durante dos años, hasta que la vendió a un amigo por US$ 5.000. Con esa plata desarrollé otro emprendimiento llamado A domicilio Cuenca, en 2017. Por medio de whatsapp conectaba restaurantes con clientes de esos negocios.
Tenía cuatro motorizados y aún no llegaban al país las grandes plataformas de delivery. El negocio giraba alrededor de cobrar una comisión al restaurante y cobrar el envío. A domicilio Cuenca llegó a contar con 3.500 clientes y 40 restaurantes, hasta que aparecieron los gigantes del delivery. Nuestro negocio no tenía una app móvil, desarrollarla era costoso. Sé que pude arriesgar más, pero tuve miedo, reconoce.
Tras la parálisis, vino el momento de tomar decisiones. Detectó que algunos de sus exclientes necesitaban enviar productos a otras empresas, desde ropa, hasta herramientas y equipos electrónicos. Entonces el modelo de negocio cambió. Hucho desarrolló una app B2B con tarifas programadas y la llamó Udomi. El mercado reaccionó bastante bien, el emprendedor sistematizó la idea y la presentó a algunas personas buscando socios. Fue así que tres socios decidieron invertir US$ 20.000, dinero que se sumó a los US$ 15.000 que había invertido Hucho para arrancar.
El modelo de Udomi se basa en entregas programadas con tarifa fija y sin restricción de kilometraje. Además el sistema de entrega es con recargas o suscripciones para generar volumen y tener un costo económico. Ofrecemos recargas de US$ 5, 10, 25, 50 y 100. El comercio o la empresa hace una recarga por la cantidad que prefiera y la consume hasta agotar el saldo. El pago se hace con débito o crédito y la recarga no tiene tiempo de uso. Por lo general los clientes empiezan con recargas de US$ 5 y, con dos envíos, ese saldo se agota. Mientras más alta la recarga más entregas se pueden hacer, explica este emprendedor.
Hoy esta startup trabaja para cerca de 45 comercios, generando unas 2.000 entregas mensuales que se entregan en moto o una camioneta de la empresa. Cada envío cuesta en promedio US$ 2. Con el sistema de recargas los ingresos mensuales de esta plataforma promedian los US$ 5.000.
Los planes están enfocados en que Udomi crezca dentro del país. El enfoque es abrir mercado en Quito, Guayaquil y otras ciudades con alianzas estratégicas para que los clientes usen la tecnología con sus propios vehículos. La idea es expandir nuestra operación y las ventas de los clientes. Para esto el equipo está integrado por dos programadores, una operadora, una, contadora. En Cuenca la startup tiene dos repartidores propios y un par más que son independientes.
Para crecer en otras ciudades Hucho y su equipo analizan modelos: puede ser mediante franquicia o como distribuidor. Tener flota propia es complicado, lo mejor puede ser una alianza con empresas de transporte con el pago de un fee. (I)