Con raíces deportivas sembradas en Guayaquil y una carrera que se expande hacia Europa, Carlos Xavier Manzo Fuentes personifica la conexión entre tradición y modernidad. Es ecuatoriano de nacimiento y su historia en el deporte comienza en el Club de Natación Delfines, fundado por su abuelo en 1982, un semillero que moldeó a generaciones de atletas en el Puerto Principal. Hoy, desde Alemania, Manzo lidera iniciativas que fortalecen los lazos entre continentes a través de esta actividad que, sin duda, corre por sus venas.
Comenzó a nadar desde los ocho años y, en una entrevista con Forbes Ecuador, Manzo confiesa que fue una decisión que estuvo influenciada por su familia. "Desde pequeño daba clases a niños de mi edad. La piscina era el patio de mi casa y fue un gusto adquirido por mis padres. Me costó mucho al inicio, pero después desarrollé un amor por la actividad física que lo mantengo vivo hasta hoy".
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Si bien la natación no es un deporte masivo en Ecuador, este emprendedor creó un profundo apego a la disciplina, que lo llevó a representar al país en campeonatos como el Sudamericano Juvenil y el Mundial de Natación Master en Doha, donde obtuvo un quinto lugar. Estos logros fueron posibles a pesar de las limitaciones económicas y estructurales que enfrentó como deportista tricolor. "Cuando salí del colegio estaba en el pico de mi rendimiento y tuve que trabajar para ayudar en casa. Ya no tenía tiempo para entrenar".
Esta situación eventualmente lo impulsó a buscar oportunidades al otro lado del Atlántico. En 2017, este guayaquileño se trasladó a Alemania y (en ese entonces) pensó que la natación ya no sería parte de su vida. Sin embargo, en el país europeo se integró al sistema de formación dual (ausbildung) y estudió Administración Deportiva. Al mismo tiempo, ganó experiencia en la gestión de un club deportivo con más de 3.000 socios en Bielefeld. Una ciudad de la región de Westfalia Oriental-Lippe, con 325.000 habitantes y conocida por su valor artístico y cultural. No sabía que ese sería el camino para emprender y fomentar la natación en su nueva comunidad.
La combinación de formación teórica y experiencia laboral que recibió por tres años consolidó su trayectoria como dirigente deportivo. Actualmente, lidera el departamento de natación, es profesor para niños y entrena a triatletas en el TSVE Bielefeld, uno de los clubes más grandes de aquella ciudad. Su facturación ronda los tres millones de euros anuales (US$ 3.126.000), con 20 diferentes departamentos o disciplinas.
En su rol como manager coordina un equipo de 18 personas y supervisa a 250 niños en programas de natación. Bajo su dirección, el departamento genera ingresos anuales de 150.000 euros (US$ 156.000). "En la mañana soy oficinista, pero en las tardes me encuentras en todas las piscinas del club".
Paralelamente, fundó Manzo Swimming Performance, una escuela de natación especializada en la formación de niños entre dos y cinco años. Este emprendimiento, que facturó 6.500 euros (US$ 6.700) en su segundo año (2024), busca canalizar a los más jóvenes hacia espacios competitivos. Es un tipo de "cazatalentos". "La natación no existía en TSVE Bielefeld y conecté mi emprendimiento con esta empresa. Soy un tipo de filtro, formo a los niños en mi escuela y después los motivo a unirse al club".
En Ecuador, Manzo, a sus 29 años, sigue vinculado al Club de Natación Delfines, que factura anualmente US$ 8.500 y cuenta con 70 alumnos mensuales. Un curso puede costar entre US$ 60 y US$ 80. Aunque la actividad de este centro ha disminuido, su valor sentimental y el legado familiar lo motivan a transformarlo en una fundación que beneficie a niños de bajos recursos. Para alcanzar esta meta, planea aprovechar sus conexiones en Europa y fomentar el deporte en nuestras fronteras.
Uno de sus planes más ambiciosos es Ayampe Conexión Haus, ubicado entre Santa Elena y Manabí. Con una inversión inicial de 33.000 euros (US$ 34.388), este espacio busca combinar turismo sostenible y deporte, ofreciendo instalaciones para campamentos de alto rendimiento. El precio total del proyecto se estima en US$ 200.000 y Manzo espera completarlo en cinco años.
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Este 'sports manager' también dedica tiempo a labores voluntarias. Es miembro de la directiva de WASPO, una organización que optimiza la gestión de piscinas estatales en Bielefeld y es mentor en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Bielefeld. "Todo esto no lo veo como un trabajo, sino como un pasatiempo porque me gusta. Soy un eslabón más y nada sería posible sin mi equipo".
Es un soñador que no planea regresar a Ecuador de forma permanente, pero sus proyectos fortalecen un vínculo con sus raíces. Su historia evidencia que el liderazgo, combinado con una visión global, puede abrir nuevas oportunidades para las diversas disciplinas deportivas. (I)