Barcelona es considerada uno de los principales hubs de innovación tecnológica de la Unión Europea, junto con Londres, Berlín y otras metrópolis. Medios de comunicación como El País, la Vanguardia y Europa Press destacan a la ciudad catalana como un punto de ebullición de startups y empresas tecnológicas.
En esa ciudad, cosmopolita y vanguardista, crece un colectivo que agrupa a ecuatorianos que son cracks en materia de tecnología y economía digital. Se trata de Bananatech, un grupo que surgió de manera espontánea en el pasado verano europeo y que está liderada por Alejandra Endara, Antonio Morales y Javier Granda.
Morales, cofundador de GoCleer, una 'insurtech' enfocada en asegurar automóviles, bicicletas y scooters, explica que desde que llegó a Barcelona, en 2020, fue conectándose con otros compatriotas muy talentosos que trabajan en empresas globales, pero también emprendedores que llegaron hasta la ciudad. "Conocí a otros ecuatorianos en distintos espacios y junto con Ale y Javo pensamos en un colectivo. Nos organizamos y así se formó la comunidad de Bananatech", una comunidad sin fines de lucro que fomenta la colaboración, comparte experiencias y crear oportunidades beneficiosas para todos.
Los objetivos de este colectivo constan en un manifiesto redactado por sus integrantes. El primero es generar oportunidades de desarrollo profesional, personal y de emprendimiento tanto en España como en Ecuador. El segundo objetivo es apoyar a ecuatorianos que deciden moverse a Barcelona y alrededores de forma permanente para integrarse en el ecosistema tech. Y el tercero es impulsar la representación y la diversidad en el ámbito tech trabajando activamente para aumentar la presencia de ecuatorianos en esta industria.
Hasta la fecha Bananatech suma cerca de 35 integrantes. Parte de los miembros actualmente trabajan o trabajaron en empresas como Google, Glovo, Bolt, AstraZeneca, Incapto, Shoppify, Globant, Carnet entre otras. Endara, Google Digital Academy Facilitator, habla del poder de las comunidades y cuenta que al migrar se dio cuenta de que los ecuatorianos tienen ese plus dentro y fuera del país. "Muchos hemos venido a estudiar, a prepararnos y cuando eso se combina con la madera de migrante se logra una fórmula que permite que florezcan las ideas. La parte humana es esencial y el orgullo por las raíces ecuatorianas es nuestro motor. Así como vendemos banano o flores, también podemos mostrar nuestro talento".
Morales añade que cada día se enteran de más compatriotas en posiciones muy interesantes y la idea es que compartan sus experiencias con el resto de la comunidad. Recuerda que hace pocas semanas se dio un primer encuentro para que todos los 'bananatech' se conozcan. "Todos tienen necesidades, otros pueden dar servicios, colaboran con empresas en Ecuador desde España, no hay fronteras para los nómadas digitales". Otro aspecto es la diversidad, la mitad son mujeres y la mitad, hombres.
La estrategia de posicionamiento es simple: es orgánico y por el boca a boca, tal como ocurre con otras comunidades, explica Granda, quien colaboró en Glovo en el área de análisis de datos y ahora está en una transición profesional hacia temas de cambio climático. Lo importante es ir sumando, por ahora nos comunicamos por whatsapp, pero estamos generando otros recursos digitales y eventos presenciales para hablar de temas netamente tecnológicos. "Usamos los datos y los intereses se de los miembros de la comunidad para generar espacios que san interesantes y que sumen".
Los mentalizadores de Bananatech reconocen que la migración siempre ha sido de algún modo estigmatizada y relacionada con trabajos precarios. "Pero nos hemos llevado una sorpresa al encontrar una migración enfocada en crear valor, con temas de base tecnológica. Ese valor no solo lo estamos creando para Barcelona, sino también para Ecuador", indica Morales.
Entre los retos que va enfrentando este colectivo es la competencia con profesionales españoles y europeos, que buscan crecer en una ciudad como Barcelona. Otro aspecto en el que Bananatech se enfoca es en ayudar a emprendedores en el papeleo y en temas legales. "No es fácil crear una compañía acá y en las reuniones hemos compartido la experiencia que tenemos al respecto. La idea es ser un grupo de apoyo para emprendedores y profesionales. Barcelona, al ser un hub tecnológico, tiene muchas organizaciones privadas y pública y la idea es visibilizarnos para luego ser incluidos en sus programas".
¿En qué evolucionará el colectivo? La idea es replicar a idea en otras ciudades europeas, en otros hubs de innovación. "Ya nos han buscado desde Madrid y Milán, pero primero queremos consolidarnos en Barcelona", dice Morales. (I)