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Wall Street vs Europa: qué cedears rindieron más este año

Garth Friesen Colaborador

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El giro económico en Alemania y la rotación global de capitales reavivan el interés por el Viejo Continente, que logra su desempeño más sólido en más de treinta años.

1 Abril de 2025 12.27

Las acciones estadounidenses tambalearon sobre el final del primer trimestre: el S&P 500 cayó un 5,1% y cerró un 3,1% por debajo de su media móvil de 200 días. El optimismo postelectoral que había entusiasmado a los mercados hacia fines del año pasado fue cediendo lugar a la inquietud, en un contexto donde los inversores enfrentan una creciente incertidumbre política y nuevos riesgos geopolíticos.

Sin embargo, a pesar de la turbulencia en Wall Street, algunas regiones del mundo curiosamente se están beneficiando del cambio en la estrategia geopolítica de la administración Trump. Europa, que durante años estuvo fuera del radar bursátil, finalmente empieza a ganar protagonismo.

La renta variable europea acaba de cerrar su mejor trimestre en décadas, superando al S&P 500 por un 18,4% en dólares. Se trata del margen más amplio en más de 30 años. Este rendimiento superior sorprende a muchos, sobre todo si se tiene en cuenta la evaluación pesimista que hizo Mario Draghi sobre la competitividad europea hace apenas seis meses. Entonces, ¿qué cambió?

MSCI Europa vs. EE. UU.
Rendimiento trimestral del MSCI Europa en relación con el MSCI EE.UU.

Una de las claves es la valuación. Las acciones europeas, que durante más de una década se negociaron con descuento frente a sus pares estadounidenses, hoy resultan atractivas para los inversores globales que buscan oportunidades de valor. Al 30 de marzo, el índice MSCI Europe cotizaba a un PER (precio/ganancia) proyectado de apenas 14,6 veces, frente a las 20,8 veces del S&P 500. Esta brecha de valuación ofrece cierto resguardo para quienes están preocupados por los múltiplos relativamente altos del mercado estadounidense, más orientado al crecimiento.

Pero la valuación, por sí sola, no alcanza para explicar el repunte. El verdadero punto de inflexión fue el giro de Alemania hacia una política fiscal más expansiva. Impulsada por la intención de Estados Unidos de correrse de su rol histórico como garante de la seguridad global, esta nueva postura alemana reavivó las expectativas de gasto y crecimiento en toda la región.

Las nuevas iniciativas fiscales del gobierno alemán incluyen un fondo de inversión en infraestructura por 500.000 millones de euros y una exención del freno constitucional a la deuda para destinar mayores recursos a defensa. Este giro fiscal apunta a incrementar el déficit del país, pero también a reactivar el crecimiento económico.

Según Fitch Ratings, el déficit podría escalar al rango del 4 % al 4,5 % del producto interno bruto (PBI) para 2027, frente al 2,6 % estimado para 2024. El giro en la política fiscal generó entusiasmo en los mercados, alimentando la expectativa de que Europa podría estar dejando atrás una era de crecimiento económico apagado. "En más de 30 años en los mercados, rara vez vi un cambio tan brusco en el optimismo europeo", declaró Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg, en diálogo con Bloomberg.

Rotación de inversores: ¿por qué el dinero se mueve de EE.UU. a Europa?

Aunque los factores positivos en Europa son contundentes, buena parte del mejor rendimiento relativo reciente se explica por la debilidad de Estados Unidos. La política arancelaria del presidente Trump, sumada a la posibilidad de un aumento en los precios al consumidor y una desaceleración económica, reavivó los temores de estanflación.

Ante la perspectiva de menor crecimiento y una caída en las ganancias corporativas, muchos inversores están saliendo de acciones con fuerte impulso como Nvidia y Tesla, para refugiarse en sectores más defensivos y de menor valuación. Esa rotación favorece a Europa, ya que sus principales índices bursátiles están más expuestos a compañías de valor.

Además, la fortaleza del euro refuerza este movimiento. La moneda común se recuperó desde 1,024 en febrero hasta rozar los 1,082 a fines de marzo. Para los inversores que operan en dólares, esto representa una ganancia adicional al invertir en acciones europeas.

Defensa, bancos e infraestructura: los ganadores del rally europeo

El sector de defensa lidera la suba de los índices. La alemana Rheinmetall AG logró ganancias extraordinarias, impulsadas por la expectativa de un rearme prolongado en Europa. Por su parte, Thyssenkrupp AG —tradicionalmente vinculada al acero y la industria pesada— también repuntó, motorizada por las apuestas en infraestructura y potenciales proyectos de reconstrucción en Ucrania.

En lo que va de 2025, Rheinmetall acumula una suba del 113 %, mientras que Thyssenkrupp trepa un 130 % en apenas tres meses.

Fuera de Alemania, otros mercados bursátiles europeos tuvieron desempeños aún más destacados. Mientras EWG (el ETF iShares MSCI Alemania) ganó un 17,5 % en el primer trimestre, GREK (ETF Global X MSCI Grecia) se disparó un 25 % en el mismo período. EWP (ETF iShares MSCI España) avanzó un 23,7 %.

ETF de países
Los ETF europeos superaron al mercado estadounidense en lo que va de 2025.

El aumento de las tasas de interés, impulsado por la previsión de una mayor oferta derivada del gasto gubernamental adicional, fortaleció el rendimiento de las acciones del sector financiero.

¿Europa podrá sostener el impulso de su mercado?

A pesar del clima de optimismo, el Viejo Continente enfrenta obstáculos estructurales. Como subraya el informe Draghi, los mercados de capitales europeos siguen fragmentados y las regulaciones excesivas dificultan la innovación. Además, todavía no hay señales claras de que las ganancias corporativas acompañen la suba de los precios accionarios.

Y no hay que perder de vista a China: la incertidumbre económica en ese país podría representar un problema para Europa, cuya economía depende fuertemente de las exportaciones.

Aun así, el repunte europeo es real y se está ampliando. Pero para mantener este rendimiento superior se va a necesitar algo más que valoraciones atractivas o movimientos reactivos de capital desde Estados Unidos. La región tendrá que cumplir con los estímulos fiscales prometidos, manejar el creciente riesgo geopolítico y esquivar una eventual guerra comercial antes de que los inversores puedan confiar en la solidez del rebote.

Por ahora, los mercados apuestan a que el impulso puede continuar. Y el desenlace va a depender tanto de lo que ocurra en Washington como en Bruselas o Berlín.

*Con información de Forbes US.

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