Una estrategia alternativa y segura para protegerse de las caídas accionarias
Entendiendo el funcionamiento básico de las opciones put, un inversor con conocimientos podrá protegerse de las potenciales caídas accionarias y sin riesgo alguno.

Los principales índices accionarios del mundo se recuperaron este martes de las recientes caídas. Sin embargo, todavía permanece el miedo de que los precios vuelvan a revertirse y comience un feroz mercado bajista.

En este contexto, los especialistas del sector financiero aprovecharon lo sucedido para enfatizar en la importancia de la diversificación y en lo indispensable de invertir en renta variable sólo una porción del capital que permita “dormir tranquilos”.

No obstante, existe otra estrategia más para protegerse de las bajas accionarias, que son impredecibles y, en algunos casos, devastadoras. Se trata de la compra de opciones financieras de venta (put).

 

Puntualmente, las opciones put son contratos negociados en bolsa que le otorgan al comprador el derecho, pero no la obligación, de vender un determinado activo en una fecha futura a una cotización pactada. A cambio, el comprador tiene que abonar una prima, lo que hace que el vendedor de la opción sí esté obligado a adquirir el activo subyacente según las condiciones.

Básicamente, comprar una opción put es como adquirir un seguro: su costo representa una pérdida, pero protege la situación financiera personal si existe un accidente (en este caso, una caída accionaria).

Imaginemos que queremos comprar la “acción A” que cotiza a US$ 100, pero tenemos miedo de que su precio colapse un 30% hasta US$ 70. En este caso, podríamos adquirir una opción de venta por, por ejemplo, US$ 10 que permita vender el activo a US$ 95.

 

La compra inicial sería más cara, ya que constaría de los US$ 100 de la acción más los US$ 10 de la opción, es decir, US$ 110. Sin embargo, si hay una crisis y la cotización efectivamente cae hasta los US$ 70 que temíamos, perderíamos sólo US$ 15, ya que a los US$ 110 de inversión original habría que restarles los US$ 95 de la venta. Y además, podríamos recomprar la “acción A” a los US$ 70 del momento.

Y si no ocurre ninguna caída y el mercado sigue subiendo o se mantiene estable, en el peor de los casos habremos perdido los US$ 10 de la prima de la opción. Asimismo, puede suceder que la opción de venta tenga un precio pactado bastante superior al de la compra inicial del activo subyacente, lo que permitiría salir de la inversión incluso con ganancias.

Evidentemente, esta estrategia llamada protective put, cuyo funcionamiento es como el de un seguro, en el mundo real es bastante más compleja: existen diferentes opciones con distintas fechas de vencimiento y precios de ejercicio y basados en múltiples activos subyacentes. Además, los precios de mercado de las opciones también fluctúan constantemente. Sin embargo, entendiendo el funcionamiento básico de las opciones put, un inversor con conocimientos podrá protegerse de las potenciales caídas accionarias y sin riesgo alguno.