Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos a cargo de Elon Musk, dio a conocer las cifras de producción y entregas del último trimestre de 2022, las cuales decepcionaron al público inversor.
Concretamente, anunció que en el periodo se produjeron 439.701 coches, de los cuales 419.088 son Model 3/Y y el resto Model S/X. En todo el año, la cifra se extendió hasta los 1.369.611 en total.
A su vez, en el cuatro y último trimestre se entregaron 405.278 vehículos, cuando los expertos de Wall Street pronosticaban un aproximado de 431.000. En el 2022, las entregas totales alcanzaron los 1.313.851 de unidades.
Interanualmente, mientras que la producción mejoró un 47%, las entregas crecieron un 40%, por debajo del 50% estimado por el propio Musk.
Continuamos con la transición hacia una combinación regional más pareja de construcciones de vehículos, lo que nuevamente condujo a un mayor aumento en los automóviles en tránsito al final del trimestre, remarcó la empresa en un comunicado.
Para Toni Sacconaghi, analista en Bernstein, no solo Tesla se enfrenta a un problema de demanda significativo, sino que también muchos inversores subestiman la magnitud de los desafíos vinculados a este inconveniente.
El especialista indicó que los desafíos de la demanda persistirán en 2023, ya que la mayoría de los modelos de Tesla no califican para un reembolso de impuestos y la compañía tendría que reducir sus objetivos de crecimiento o reducir los precios.
Las ganancias anteriores de Tesla se han basado en generar un crecimiento supercargado. Sin eso, parece como una propuesta diferente, sostuvo Russ Mould, director de inversiones en AJ Bell, haciendo referencia a los descuentos establecidos por la compañía para atraer a los consumidores.
Tras los anuncios, las acciones de Tesla cayeron cerca de un 14% en Wall Street, por lo que ahora se negocian al mismo precio que en agosto del 2020 y acumulan una baja del 75% desde el máximo histórico de noviembre de 2021.