Las bolsas de Europa rebotaron tras varios días en rojo, impulsadas por las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró que busca lograr "acuerdos justos" con los países que enfrentan nuevos aranceles. El mensaje fue suficiente para que los principales índices del Viejo Continente abandonaran mínimos de más de un año y se movieran con subas que, en algunos casos, superaron el 1%.
Londres lideró las alzas con una suba del 2,7%, seguida de Madrid (2,4%), Fráncfort (2,5%), París (2,5%) y Milán (2,4%). El euro también se fortaleció y avanzó un 0,1%, cotizando a 1,091 dólares.
Por otra parte, el índice S&P 500 avanza un 2,3% en lo que va de la jornada, mientras que el Nasdaq 100 enfocado en tecnológicas crece un 3,1% y el Dow Jones, un 2,7%.
La promesa de buscar términos más equitativos con los socios comerciales de Estados Unidos generó una lectura positiva entre los inversores, que venían castigando a los mercados por temor a una profundización de la guerra comercial global desatada por la Casa Blanca.
En una declaración junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, Trump reiteró que el objetivo de su política arancelaria es corregir lo que consideró "abusos comerciales prolongados". En ese mismo marco, reconoció que hay "diálogo abierto con varios países" y que están "estableciendo parámetros estrictos, pero justos".
Uno de los anuncios más relevantes llegó cuando confirmó que Japón enviará un equipo de negociadores en los próximos días, una señal de que los canales diplomáticos están activos incluso con países estratégicos. Sin embargo, también dejó en claro que la administración no detendrá las medidas tarifarias mientras duren las conversaciones.
En el mismo discurso donde habló de diálogo, Trump endureció su posición frente a Beijing. Amenazó con subir los aranceles al 50% si el gobierno chino no revierte su reciente suba del 34%, que responde a las tarifas impuestas por Estados Unidos. "Si no retiran su aumento del 34% por encima de sus ya prolongados abusos comerciales, vamos a responder con más fuerza", advirtió el mandatario.
La tensión con China se convirtió en el eje central de la política económica exterior de la Casa Blanca. La medida original de Trump fijó un arancel base del 10% a las importaciones desde todos los países, con alícuotas más altas para India, los miembros de la Unión Europea y China, con cargas de entre 20% y 34%.
A pesar de la fuerte advertencia, las bolsas asiáticas se recuperaron este martes tras las caídas del lunes. El índice Nikkei de Tokio subió un 2,7%, mientras que el Kospi de Seúl avanzó 0,3% y el Hang Seng de Hong Kong trepó 1,5%. En el caso de Shanghái y Shenzhen ganaron un 1,6% y un 1,4%, respectivamente.
Sin embargo, la recuperación no fue generalizada. En Indonesia, el mercado retrocedió más del 8%, mientras que Taipéi cayó un 2%. También hubo bajas en Vietnam, Tailandia y Singapur. La disparidad de resultados refleja la sensibilidad regional frente a los conflictos comerciales globales y la incertidumbre sobre cómo escalarán las medidas cruzadas.

El discurso de Trump mezcla dos ejes: por un lado, insiste en la necesidad de corregir desequilibrios comerciales que perjudican a Estados Unidos. Por otro, deja abierta la puerta a acuerdos bilaterales bajo condiciones favorables para su país.
Esa estrategia sacude el tablero del comercio internacional, donde históricamente prevalecieron acuerdos multilaterales. El giro hacia una visión más transaccional y proteccionista genera respuestas dispares y pone a prueba la flexibilidad de bloques como la Unión Europea y asociaciones asiáticas.
El intento de recomponer relaciones bajo la lógica del "ganar-perder" muestra efectos financieros y políticos. La guerra comercial sigue activa y puede escalar. Lo único seguro por ahora es que cada frase presidencial se traduce en millones de dólares en juego.