La crisis energética impulsada por los conflictos geopolíticos entre Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea continúa creando inestabilidad en la economía. Y, desafortunadamente, la situación parece estar lejos de revertirse. De hecho, algunos expertos creen que empeorará.
Concretamente, Daniel Yergin, historiador energético y actual vicepresidente de S&P Global, expresó en una nota de opinión publicada en The Wall Street Journal que la guerra de Ucrania y la creciente aversión de Occidente a las importaciones rusas pueden significar el final del mercado internacional del petróleo.
La prohibición de Europa sobre el petróleo ruso, combinada con el 'tope' generado por EE.UU. sobre los precios del petróleo ruso, marca el fin del mercado mundial del petróleo. En su lugar, hay un mercado dividido cuyas fronteras están determinadas no solo por la economía y la logística, sino también por la estrategia geopolítica, sostuvo el especialista.
Bajo su punto de vista, Rusia podría tomar represalias contra las nuevas medidas energéticas de la Unión Europea mediante la reducción de producción del crudo, tal como se informó anteriormente.
De esta forma, se elevarían aún más los precios y se complicaría la situación de los países que apoyan a Ucrania que se encuentran atravesando el invierno.
Moscú contraatacará, con la esperanza de causar interrupciones, pánico y una ruptura del apoyo a Ucrania. Pero Rusia pasará por un momento más difícil de lo esperado dadas las condiciones actuales del mercado, remarcó Yergin.
Debido a que los países occidentales ya no parecen ser clientes confiables para Rusia, la nación a cargo de Vladimir Putin podría estar inclinándose hacia un comercio petrolero más regionalizado.
La semana pasada, Anton Siluanov, ministro de finanzas ruso, comentó que el país está activamente buscando nuevos clientes petroleros por el tope precios y que las compañías locales del sector están desviando sus suministros desde Occidente hacia el Este, Sur, otros países.