En la bolsa local, no sólo se negocian Cedears de empresas individuales como los de Coca-Cola, Apple, Microsoft, Visa o Pfizer, entre muchas otras, sino que también es posible invertir en tres de los fondos cotizados (ETFs, por su sigla en inglés) más importantes del mundo: SPY (S&P 500), QQQ (Nasdaq 100) y DIA (Dow Jones Industrial Average).
La particularidad de estos activos es que permiten invertir directamente en índices de acciones, reduciendo algunos riesgos de la renta variable. No obstante, el problema radica en que muchas personas no saben cuál escoger para armar su estrategia.
Rendimiento
Si bien se sabe que los rendimientos pasados no garantizan los rendimientos futuros, vale la pena observar cómo se comportaron los tres índices en los últimos años.
En los últimos diez años, el retorno anualizado del DIA fue del 10,9%, mientras que el del SPY rondó el 11,8% y el del QQQ osciló en torno al 17,4%. En los últimos cinco años, estas cifras fueron del 11,9%, 14,9% y 21%, respectivamente.
Volatilidad
Por otra parte, es importante resaltar qué volatilidad manejan estos fondos cotizados, contemplando su desvío estándar, es decir, la métrica que muestra cuánto varían de su promedio.
En el caso del Dow Jones, el desvío es del 11,4%, mientras que el S&P 500 cuenta con una cifra de 13% y el Nasdaq 100, de 17,9%. Asimismo, en cuanto a las máximas bajas, fueron del 52%, 55% y 83%, en ese orden.
En otras palabras, el índice menos volátil, de momento, es el DIA, seguido por el SPY y el QQQ.
Diversificación
Aunque los tres instrumentos financieros están diversificados dentro del universo de las acciones, ya que se componen de varias compañías, lo cierto es que presentan algunas diferencias.
Concretamente, el índice Dow Jones se basa en 30 corporaciones, ponderadas por el precio de la acción. Inicialmente, las protagonistas pertenecían al sector industrial, pero, a medida que los tiempos fueron cambiando, se incluyeron diversos sectores.
Por su parte, el S&P 500 nuclea las 500 empresas más grandes e importantes de Estados Unidos ponderadas por capitalización bursátil. Incluye desde tecnológicas, hasta conglomerados de consumo masivo, petroleras, de comunicación, farmacéuticas, etc.
En cambio, el Nasdaq 100 está conformado por 100 empresas de, principalmente, origen tecnológico, aunque también incluye valores de otras industrias.
Dividendo
En cuanto a los dividendos que reparten los ETFs, hay que tener en cuenta que la renta consiste en la suma de los dividendos de cada empresa contemplando su ponderación.
A día de hoy, el DIA distribuye un dividendo anual de US$ 9,99 por nominal, lo que se traduce en una rentabilidad por dividendo anualizada del 2,7%. A su vez, el SPY reparte US$ 7,62 por año, generando un retorno por este concepto del 1,6%. Por último, el QQQ apenas da US$ 0,86 al año, ofreciendo un 0,22%.
Como se puede apreciar, el Nasdaq 100 no se enfoca en la renta trimestral, sino que apuesta de lleno al crecimiento futuro.
Qué Cedear de ETF comprar
Si bien los tres índices están compuestos por acciones, queda claro que tienen sus diferencias. Ahora bien, ¿en cuál conviene invertir?
Por su dividendo y menor volatilidad, el Dow Jones Industrial Average es más aconsejable para inversores de acciones algo más conservadores que valoren las rentas. Por su parte, el Nasdaq 100 se ideal para los más arriesgados que apuesten al crecimiento de largo plazo, a cambio de potenciales fuertes variaciones en el medio. En tanto, el S&P 500 es un fondo cotizado intermedio, ya que tanto en retorno como en volatilidad y en dividendos se encuentra justo en el medio de los otros dos índices.
La decisión, como siempre, dependerá de las características de cada inversor y de sus objetivos y necesidades.
