Rastreador de recesión Forbes: qué dicen los datos de la salud de la economía norteamericana en la era Trump
Wall Street se inquieta ante señales de enfriamiento. Mientras tanto, la Casa Blanca evita confirmar una crisis y los datos clave dibujan un panorama incierto para el crecimiento.

En las últimas semanas, el miedo a una posible desaceleración económica golpeó Wall Street y otros mercados. La preocupación creció porque el presidente Donald Trump y su principal asesor económico evitaron descartar una recesión. Los datos a continuación ayudarán a determinar con mayor precisión si la economía está cerca de un punto de inflexión.

Donald Trump preparó a los estadounidenses para una posible recesión durante una entrevista con Fox News, transmitida el 9 de marzo, cuando evitó descartar esa posibilidad. Advirtió sobre una "transición" económica mientras sus políticas se afianzan y afirmó que presta poca atención a las pérdidas en el mercado de acciones.

En intervenciones posteriores ante la prensa, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, tampoco descartó una recesión y aseguró que Estados Unidos enfrentará un "período de desintoxicación".

Scott Bessent, en una entrevista en el programa Meet the Press de NBC, afirmó el domingo que "habría sido mucho más saludable si alguien hubiera puesto los frenos" antes de la Gran Recesión.

¿Qué debe suceder con el PBI para que haya una recesión?

La definición técnica de una recesión implica dos trimestres consecutivos de caída en el Producto Interno Bruto (PIB), que mide la producción total de bienes y servicios en un país. Hasta ahora, las cifras oficiales del PIB no registraron valores negativos, pero el modelo en tiempo real de la Reserva Federal de Atlanta encendió las alarmas al proyectar una contracción anual del PIB de -2,4 % en el primer trimestre de 2025, la peor cifra desde 2020.

Sin embargo, esta estimación podría estar sesgada debido a la metodología utilizada, que incluye la forma en que se contabiliza el aumento en las importaciones de oro.

 

¿Qué dice Wall Street sobre las probabilidades de recesión?

JPMorgan Chase, el mayor banco del país, prevé una tasa de crecimiento del PIB débil, pero aún positiva, del 1% durante el primer trimestre, aunque los indicadores de recesión de Wall Street apuntan a una mayor probabilidad de recesión.

Por su parte, un modelo de seguimiento de Goldman Sachs elevó este mes su proyección de recesión en el próximo año de 15% a 20%, principalmente por la incertidumbre económica que generan los aranceles cambiantes de Donald Trump.

El mercado de valores refleja temores de desaceleración

Si bien los precios de las acciones no están completamente correlacionados con el crecimiento económico, los inversores en renta variable parecen estar contemplando una mayor probabilidad de una racha bajista en la economía estadounidense. 

La semana pasada, el S&P 500 sufrió una corrección del 10 %, lo que representó una pérdida de cerca de 5 billones de dólares en valor de mercado en menos de un mes. Las caídas estuvieron lideradas por las acciones más vulnerables a una desaceleración, como Nvidia, la favorita del boom de la inteligencia artificial, y Tesla, la compañía de Elon Musk.

Inestabilidad en el mercado de bonos, pero sin cambios en la curva de rendimiento

En otros segmentos del sistema financiero, la fuga de capitales hacia la deuda pública refleja la búsqueda de activos más seguros ante el temor a una posible recesión. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, que son una referencia clave, cayeron más de 30 puntos básicos en los últimos dos meses (una baja en los rendimientos implica un aumento en el valor de los bonos).

Sin embargo, la señal más clásica del mercado de bonos que anticipa una recesión, la inversión de la curva de rendimientos(cuando los bonos a largo plazo rinden menos que los de corto plazo) se normalizó en los últimos meses. Según el modelo de recesión vinculado a los bonos de la Reserva Federal de Nueva York, la probabilidad de que la economía estadounidense entre en recesión en el próximo año es del 27 %, una cifra mucho más baja que la registrada a finales de 2023, cuando superaba el 70 %. Aquel escenario, sin embargo, no desembocó en una recesión total.

 

La confianza del consumidor, en caída: los estadounidenses se preparan para tiempos difíciles

Uno de los indicadores más preocupantes de los últimos meses es el desplome en la confianza de los consumidores respecto de la economía. La encuesta de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan, un indicador seguido de cerca por los analistas, cayó este mes a su nivel más bajo desde 2022.

Esta pérdida de confianza se refleja en el consumo: en febrero, las ventas minoristas crecieron apenas un 0,2 % en comparación con enero, según un informe publicado este lunes por la Oficina del Censo. La cifra quedó muy por debajo del aumento intermensual del 0,6 % que proyectaban los economistas.

La tasa de desempleo sigue en niveles saludables

El mercado laboral, uno de los pilares de la economía estadounidense, ha mostrado algunas señales de debilitamiento en el inicio de 2025, con una desaceleración en la creación de empleo y un aumento en los despidos. Sin embargo, sigue siendo mayormente sólido: la tasa de desempleo en febrero fue del 4,1%, ubicándose dentro del promedio histórico considerado saludable.

Trump preparó a los estadounidenses para una posible recesión.

Un indicador clave de posibles recesiones en el mercado laboral, la regla Sahm, muestra una probabilidad de recesión mucho menor en comparación con su pico del año pasado, cuando en agosto generó una breve caída en los mercados financieros.

El oro y el petróleo anticipan una posible desaceleración global

La evolución de dos de las materias primas más valiosas del mundo refuerza la posibilidad de una recesión global. El precio del oro subió más de un 10% en lo que va del año, alcanzando un récord de 3.000 dólares por onza, impulsado por la creciente demanda de inversores que buscan refugio en este activo tradicional.

En contraste, el precio del crudo Brent, referencia internacional del petróleo, cayó este mes a su nivel más bajo desde 2021. Los operadores del mercado energético anticipan una posible reducción en la demanda global de petróleo, en un contexto de desaceleración económica.

Qué tener en cuenta

Bessent y Trump manifestaron su intención de bajar las tasas de interés, que son determinadas por la Reserva Federal, un organismo políticamente independiente. En general, los recortes en las tasas solo ocurren en tiempos de crisis económica, ya que tasas más bajas fomentan el crecimiento al facilitar el acceso al crédito para hogares y empresas. Sin embargo, este repunte en el endeudamiento también puede generar un aumento en la inflación al estimular la demanda.

A pesar de las presiones para reducir las tasas de inmediato, es poco probable que la Reserva Federal anuncie cambios en su reunión de esta semana. Según las operaciones con contratos de derivados que monitorea CME Group, la probabilidad de un recorte en la reunión que finaliza este miércoles es apenas del 1%.

"Es probable que la Reserva Federal posponga nuevos recortes de tasas hasta que la política arancelaria se aclare", señaló David Mericle, economista jefe de Goldman Sachs para Estados Unidos, en un informe enviado el domingo a sus clientes.

Cita clave

"Se están formando grietas en los cimientos de la economía", escribió Lydia Boussour, economista sénior de EY-Parthenon, en un correo electrónico enviado el lunes. "Si bien no anticipamos una caída total del gasto del consumidor, los riesgos de recesión están aumentando", agregó Boussour.

 

Nota publicada por Forbes US