En la inversión en mercados privados, la sanidad no fue históricamente el sector más atractivo para los inversores particulares. Después de todo, en comparación con otros sectores, la sanidad tiene largos horizontes temporales de prueba de viabilidad en el mercado y se quedó rezagada a la hora de adoptar la digitalización y los avances tecnológicos.
Sin embargo, se está produciendo un cambio notable. Este floreciente mundo de avances en ciencias de la vida despertó el interés de los inversores por su potencial financiero y sanitario. Dos favoritos personales en este ámbito son la salud genómica y la tecnología CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas).
Salud genómica
El ámbito de las ciencias de la vida rebosa de palabras de moda y tecnologías de vanguardia, todas ellas esforzándose por salvar la brecha existente en la innovación sanitaria. Aprovechando tanto las tecnologías existentes como las novedosas, unidas a la experiencia de la comunidad médica, estamos siendo testigos de avances que antes quedaban relegados a la ciencia ficción y que ahora se están convirtiendo en realidad.
Tomemos como ejemplo la salud genómica, un subsector que está redefiniendo los límites de lo posible. Markets and Markets estimó los ingresos del mercado mundial de la genómica en 46.200 millones de dólares en 2023 y prevé que alcance los 83.100 millones de dólares en 2028.
Desde desvelar los secretos del ADN hasta desarrollar tratamientos personalizados adaptados a los perfiles genéticos individuales, la salud genómica podría representar un cambio de paradigma en la prestación de asistencia sanitaria. Pero también es otra palabra de moda en las ciencias de la vida, así que vamos a desglosarla.
La salud genómica se centra en comprender cómo influyen los genes (o el genoma) de una persona en su salud y bienestar. Lo más interesante de este campo es que en su esencia tiene el potencial de generar una medicina personalizada; al fin y al cabo, cada uno de nosotros tiene un genoma único, así que ¿por qué se generalizan tanto los tratamientos?
Como explica el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, es la disciplina que consiste en utilizar la información genómica de una persona como parte de su atención clínica. Permite a los profesionales sanitarios comprender el riesgo de una persona de desarrollar una enfermedad, la respuesta a los distintos tratamientos y, en última instancia, el mejor curso de acción.
Tecnología CRISPR
Una tecnología prometedora en este espacio es CRISPR. En pocas palabras, se trata de una tecnología utilizada para editar genes. Hoy en día su uso está limitado a los científicos, pero esencialmente se utiliza para eliminar secciones no deseadas de ADN, insertar nuevas secuencias de ADN o modificar las existentes. Es como editar una frase de un libro recortando ciertas palabras y sustituyéndolas por otras.
Sin embargo, creo que esta tecnología tiene un increíble potencial de futuro, especialmente para tratar enfermedades genéticas, pero también para desarrollar nuevas terapias y comprender cómo funcionan los genes.
Imaginemos un escenario en el que CRISPR se utilice para tratar un trastorno genético como la enfermedad de Huntington. La enfermedad de Huntington está causada por una mutación en el gen de la huntingtina, que conduce a la producción de una forma tóxica de la proteína huntingtina que daña las células nerviosas del cerebro. Lo peor es que hoy en día no existe cura, sólo tratamientos para controlar los síntomas.
Con CRISPR, los científicos podrían dirigirse a la mutación específica del gen de la huntingtina y editarla fuera de la secuencia de ADN. Al corregir la mutación, CRISPR podría impedir la producción de la proteína huntingtina tóxica, retrasando o deteniendo la progresión de la enfermedad de Huntington.
De nuevo, tenemos una solución a problemas específicos que podría aportar un enorme valor a un conjunto concreto de clientes en un mercado específico.
Invertir en innovación genómica
Estas tecnologías están aún en sus inicios, por lo que el riesgo de invertir en empresas del sector es elevado. La otra cara de ese riesgo es el potencial de altos rendimientos.
Estos sectores no sólo atraen a los inversores por sus posibles ganancias financieras, sino también por el profundo impacto que podrían tener en la configuración del futuro de la atención sanitaria. Sin embargo, es crucial ser paciente y actuar con diligencia, reconociendo que el camino hacia la adopción y el impacto generalizados puede ser gradual.
Como inversor, es natural no ser un experto en estos temas, por lo que acá hay algunas cosas a tener en cuenta mientras examinás posibles oportunidades de inversión:
Equipo directivo. Siempre es importante examinar la dirección de una empresa, pero en el sector sanitario esto es especialmente cierto. Es una industria única, con sus propios reglamentos, ensayos clínicos e investigación, relaciones, socios industriales, etc. Estos conocimientos sólo pueden adquirirse tras un par de años (o incluso décadas) de experiencia.
- Cumplimiento. La aprobación de la FDA, el cumplimiento de la HIPAA y la adhesión a las normas de la industria son fundamentales. Dado que estos productos repercuten directamente en la vida de las personas, el cumplimiento de las normas requiere tiempo y recursos.
- Ensayos clínicos. Le darán una idea del potencial de la empresa y del tiempo que falta para que su solución esté lista para el mercado.
- Capital. ¿Quién más respalda a la empresa? Este sector requiere grandes inversiones, por lo que es muy importante contar con socios que estén dispuestos y sean capaces de alimentar las operaciones de la empresa hasta que alcance la rentabilidad.
- Cuestioná todo. No olvides el caso Theranos; hacer preguntas difíciles a los fundadores forma parte del proceso. Asegurate de conocer la realidad de la empresa. El potencial de futuro a veces puede cegarnos ante lo que tenemos delante.
En los laboratorios de investigación y las universidades de todo el mundo siempre se realizaron muchos estudios y avances científicos, pero la velocidad a la que evoluciona la atención sanitaria hoy en día no tiene precedentes. No obstante, esto hace que sea un desafío aún mayor saber qué ciencia o tecnología (o una combinación de ambas) aparecerá como líder.
Una cosa es cierta: Estamos allanando el camino para un mañana más saludable y seremos testigos de cómo los seres humanos prosperan más que nunca con los casos de uso desarrollados con estos avances tecnológicos.
*Con información de Forbes US