El viernes pasado, el mercado de valores cayó debido a que la venta masiva de acciones tecnológicas se intensificó después de que Netflix publicara ganancias mediocres; generando que el Nasdaq Composite se desplome aún más y registre su peor semana desde 2020. El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 1,3%, alrededor de 450 puntos; mientras que el S&P 500 perdió un 1,9% y el Nasdaq Composite de tecnología pesada, un 2,7%.
El Nasdaq cayó más del 10% desde sus máximos históricos en noviembre pasado, y se desplomó más del 7% solo la semana pasada: su peor nivel desde octubre de 2020. Las acciones del gigante del streaming, Netflix, arrastraron a la baja el índice, cayendo un 22% el viernes después de que el informe de ganancias del cuarto trimestre de la compañía mostrara una desaceleración en el crecimiento de suscriptores. Por su parte, Disney (competidor directo) se derrumbó un 7% y otros grandes tecnológicos como Tesla y Amazon perdieron más del 5% y 6%, respectivamente.
Las acciones tecnológicas se han visto golpeadas recientemente, en gran parte gracias a un aumento continuo en los rendimientos de los bonos del gobierno norteamericano. Los inversionistas se han mantenido enfocados en la Reserva Federal y cómo lidiará con el aumento de la inflación, con el Banco Central endureciendo su política monetaria y preparándose para subir las tasas de interés a partir de marzo.
"Wall Street ya dejó de debatir qué tan agresivo se debe pasar de la tecnología a los cíclicos, para venderlo todo", dice Edward Moya, analista senior de mercado de Oanda. Las acciones estadounidenses han estado en una montaña rusa después de los pésimos resultados de Netflix. Dado que las presiones inflacionarias "no desaparecerán pronto", la Fed podría volverse "demasiado agresiva en el endurecimiento de la política monetaria", advierte.
Las acciones han tenido un comienzo pésimo para 2022 hasta ahora. El Dow Jones ha caído más del 6% en enero, el S&P 500 ha caído más del 8% y el Nasdaq de tecnología más del 12%. Los mercados han tenido problemas para ganar terreno en medio de las crecientes preocupaciones de los inversores sobre la alta inflación y la política monetaria más estricta de la Reserva Federal.
En ausencia de algún tipo de shock sistémico, siempre que las ganancias se mantengan sólidas y las tasas de interés se mantengan en el rango que hemos visto en los cinco años anteriores a la pandemia, es probable que los precios de las acciones tengan una base sólida con el tiempo, dice Brad McMillan, jefe oficial de inversiones de Commonwealth Financial Network. Esa base sólida también sugiere que cuando esas preocupaciones disminuyen, las valoraciones y los precios de las acciones pueden recuperarse razonablemente rápido, como vimos en 2020, 2018 y, de hecho, después de la propia crisis financiera.