Cuando empiezas un negocio, resulta tentador reinvertir cada peso de beneficio en su crecimiento. Muchos fundadores toman la decisión extrema de no cobrar nada hasta el día mágico en que los inversores sean reembolsados, el negocio esté avanzado y haya un colchón financiero suficiente para tener un salario.
El problema es que ese día mágico nunca llegará, especialmente si el negocio sigue creciendo; siempre habrá nuevas inversiones, proyectos en el horizonte u otras facturas por pagar. Es natural hacer sacrificios por el bien del negocio, pero aunque los primeros meses es probable que no puedas cobrar casi nada, en algún momento del desarrollo empresarial tienes que comenzar a percibir un salario.
Es contraproducente privarse
Si estás viviendo de los ahorros, no tener ningún ingreso procedente de tu negocio implica no poder recuperar tu patrimonio personal. Cuando la compañía alcanza la etapa de la rentabilidad, puedes empezar a cobrar con seguridad y aliviar las preocupaciones domésticas sobre las finanzas. Esto restablecerá tu confianza en tí mismo y en tu proyecto: nadie se esfuerza a cambio de nada.
Pago justo por el trabajo justo
Muchos fundadores se pagan un salario base modesto, pero participan en un porcentaje más alto de los beneficios del negocio. Si tienes inversores y copropietarios, este es el arreglo más justo y el más inspirador para los fundadores para trabajar más intensamente en busca de beneficios.
Tu tiempo es valioso
Los fundadores a menudo contemplan costos obvios, como el local y el alquiler, teléfono e internet, suministros de oficina y electricidad, etc., pero descuidan contabilizar sus propios sueldos por hora como costo. Una buena regla es estimar lo que tu tiempo valdría en una empresa similar y utilizarlo como tu salario base.
Haya inversores o no, hay que cobrar
Algunos fundadores asumen que si tienen inversores que contribuyeron con capital al negocio, deben ser pagados prioritariamente antes de plantearse un sueldo. Fijar un salario anual hasta que la fase inicial haya terminado y tu empresa sea rentable puede ser parte de tus expectativas iniciales.
Evita el agotamiento del comienzo
Por último, cobrar mensualmente de los beneficios antes de invertir el resto en el negocio ayuda a los fundadores a evitar "quemarse" nada más empezar. Si generas una ganancia mensual, puedes comenzar a recompensarte con algunos de los beneficios.
*Nota publicada en Forbes España