BlackRock, la gestora de fondos más grande del mundo, con cerca de US$ 9 billones en activos bajo administración, recientemente explicó que confía cada vez más en los mercados emergentes.
Específicamente, la división de investigación de la compañía indicó que prefiere a las acciones y bonos de los países en desarrollo por sobre los activos pertenecientes a economías ya consolidadas por el final de suba de tasas de estas regiones.
Los analistas liderados por Wei Li comentaron que las probabilidades de una Reserva Federal (Fed) menos agresiva y, en consecuencia, un dólar más débil también respaldan el crecimiento de los activos emergentes.
Los activos de mercados emergentes tienen la ventaja, por ahora, escribieron los estrategas en una nota del lunes. Hemos visto una clara resiliencia en la actividad económica de los mercados emergentes, incluso cuando el aumento de las tasas ha frenado la actividad de los mercados emergentes, añadieron.
Según su análisis, aunque las economías desarrolladas tendrán que tener los intereses más elevados por más tiempo para controlar la inflación, los mercados emergentes son más resistentes.
Además, los especialistas detallaron que un índice clave de las monedas en desarrollo subió fuertemente cuando la Fed se mostró cerca del final de alzas, lo que significa que las autoridades de estos países podrían desviarse de Estados Unidos y aún así evitar una depreciación.