Cuando estamos solteros y vivimos solos, la vida en términos financieros es mucho más sencilla, ya que las tareas que llevamos a cabo y los objetivos que nos proponemos son individuales y no tienen que ser consultados con nadie más que nosotros mismos.
Sin embargo, al convivir con alguien, la situación es completamente diferente, ya que se comienza a compartir la vida y el día a día con una persona que también tiene sus necesidades financieras.
Para no tener conflictos y no descuidar la salud económica de la relación, desde Forbes armamos un recopilatorio con los mejores consejos para gestionar las finanzas estando en pareja.
Establecer objetivos
En primer lugar, es necesario sentarse a charlar para poder determinar los objetivos que deseamos cumplir en pareja. ¿Queremos viajar por el mundo? ¿Apuntamos a comprar una vivienda? ¿Estamos juntando dinero para nuestra boda? Todas estas preguntas y muchas otras más nos ayudarán a trazar un destino.
Los objetivos no tienen que ser homogéneos, algunos pueden ser de corto plazo, otros de mediano plazo y otros pueden enfocarse en varias décadas adelante. Lo importante es tener claro qué es lo que queremos hacer para poder comenzar a gestionar correctamente los ingresos y egresos de dinero.
Armar un presupuesto
Luego de establecer las metas y objetivos, es muy importante armar un pequeño presupuesto. Como si se tratara de una compañía, la vida en pareja requiere de un simple control que sirva para determinar cuánto dinero se gastará y cuál es el capital del que disponemos.
Para desarrollar este documento, simplemente hay que proyectar cuáles serán los gastos que tendremos en un futuro (alquiler, luz, internet, salidas con amigos, regalos, etc.) y vincularlos con un monto de dinero aproximado.
Crear un fondo conjunto
Si bien cada parte de la pareja seguramente tiene sus propias cuentas bancarias y de inversiones, se recomienda crear un fondo conjunto en el que periódicamente se deposite una determinada cantidad de dinero que se utilizará para pagar los gastos fijos, los cuales estarán volcados en el presupuesto.
De esta forma, los egresos de dinero se unificarán y las finanzas personales comenzarán a estar más organizadas, ya que no existirán riesgos de pagos duplicados ni de desequilibrios económicos que puedan ocasionar conflictos personales.
Dividir las tareas
Por otra parte, al convivir con alguien es aconsejable dividir las tareas. Nuevamente, hay que tratar de pensar a la relación como una pequeña empresa que cuenta con diversos departamentos, cada uno especializado en un área en particular.
El objetivo es que las personas se centren en realizar los consumos que más dominan, ya que no siempre los miembros de la pareja conocerán las mismas industrias o mercados, por lo que se puede llegar a realizar un gasto ineficiente.
Educarse
Por último, pero no por ello menos importante, hay que tratar de educarse en términos financieros. No hace falta cursar una carrera de grado o un programa intensivo que estén vinculados con economía y finanzas, simplemente hay que estar al día con las noticias que pueden llegar a afectar al bolsillo, leer libros que enseñen los fundamentos de la gestión del dinero, navegar por internet para encontrar ofertas, etc. La clave del éxito financiero se encuentra en el saber.
Siguiendo estos sencillos consejos, la vida en pareja tendrá una cierta estabilidad económica, por lo que no solo podrán evitarse conflictos, sino que también se ganará más tiempo para disfrutar.