Hasta ahora, las medidas enérgicas de Netflix contra el uso compartido de contraseñas han sido un impulso para la empresa, ya que los nuevos datos muestran que las suscripciones alcanzaron un máximo reciente en los cuatro días posteriores a que anunciara que los usuarios ya no podían compartir cuentas; y las acciones de la empresa de streaming han subido un 15%.
Netflix registró los cuatro mayores días de nuevas suscripciones en EE.UU. desde al menos 2019, después de que anunciara el 23 de mayo que ya no permitiría compartir contraseñas entre hogares, según datos de la empresa de análisis Antenna; que utiliza fuentes de terceros para recopilar información de los consumidores con permiso.
La media diaria de inscripciones alcanzó las 73.000 entre el 24 y el 28 de mayo, lo que supone un aumento del 102% respecto a la media diaria de los 60 días anteriores.
La compañía tuvo casi 100.000 nuevos abonados los días 26 y 27 de mayo, pulverizando el récord más alto para cualquier día desde que Antenna comenzó a rastrear los datos en 2019; incluyendo el máximo anterior durante el inicio de Covid-19, cuando las inscripciones diarias alcanzaron un máximo de menos de 90.000.
Las acciones de Netflix han subido casi un 15% durante las dos semanas y media transcurridas desde su ofensiva contra el uso compartido de contraseñas, y subieron un 4% antes de la apertura del mercado el viernes.
Antecedentes clave
El 23 de mayo, Netflix anunció que los usuarios que quieran compartir su cuenta con alguien fuera de su hogar deberán pagar 7,99 dólares adicionales, o podrán transferir un perfil a una nueva membresía que pague otra persona.
Netflix comenzó a restringir el uso compartido de contraseñas en Canadá, Nueva Zelanda, Portugal y España a principios de este año para tomar medidas enérgicas contra los cerca de 100 millones de personas que comparten cuentas, según la empresa.
Es uno de los primeros grandes servicios de streaming en poner límites al uso compartido de contraseñas, una medida que llega después de que Netflix experimentara su primera pérdida de abonados en una década: perdió casi un millón durante el verano de 2022, aunque recuperó esos descensos en la segunda mitad del año.
Inicialmente se esperaba que la campaña de restricción de contraseñas comenzara a principios de 2023, pero se retrasó hasta la primavera, lo que llevó al gigante del streaming a reducir el gasto en 300 millones de dólares durante el primer trimestre del año.
