Los futuros del petróleo subieron el jueves (11 de enero de 2024) tras los ataques militares de Estados Unidos y Reino Unido contra los rebeldes Houthi de Yemen, respaldados por Irán, que estuvieron atacando el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo.
La Casa Blanca confirmó los ataques militares con aviones, buques de guerra y submarinos. Las agencias de noticias informan de 12 ataques en la capital de Yemen, Saná, y en el puerto de Hudaydah, bastión de los Houthi en el Mar Rojo, así como en Saada y Dhamar.
La noticia aparece después de que funcionarios de ambos países hicieran repetidas alusiones a lo largo del día y de que el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, informara de urgencia a ministros y parlamentarios de alto rango.
A las 18:51 EST del jueves, antes de la apertura de los principales mercados asiáticos, los futuros del crudo Brent y West Texas Intermediate (WTI) subían más de un 2%, a 78,48 y 73,44 dólares por barril respectivamente.
Fuentes asiáticas con sede en Singapur y Tokio prevén una prima de riesgo de otro par de dólares a lo largo del viernes, en función de la magnitud de la escalada. En el momento de escribir estas líneas, ni Estados Unidos ni el Reino Unido facilitaron más detalles sobre la magnitud del ataque.
Los ataques militares se producen después de que el Mando Central de Estados Unidos (Centcom) confirmara que un ataque repelido por las armadas de Estados Unidos y el Reino Unido el martes fue el vigésimo séptimo, y el más duro, contra la navegación comercial por parte de los rebeldes Houthi desde el 19 de noviembre de 2023, a pesar de las repetidas advertencias.
Se componía de drones de ataque diseñados por Irán, misiles antibuque de crucero y balísticos lanzados desde zonas de Yemen controladas por los Houthi. Todos los proyectiles fueron derribados por aviones de guerra del portaaviones USS Dwight D Eisenhower y por cuatro destructores -USS Gravely, USS Laboon, USS Mason y HMS Diamond- desplegados en misiones de seguridad en el Mar Rojo.
Forman parte de la Operación Prosperity Guardian, una coalición multinacional de seguridad marítima internacional creada en respuesta a los ataques de los Houthi y encabezada por Estados Unidos y el Reino Unido.
El objetivo de la operación es proteger la navegación en el Mar Rojo, una de las rutas más importantes del mundo para el transporte de energía y bienes de consumo. Se trata de una arteria clave para el suministro de petróleo entre Europa, Oriente Próximo y Asia a través del Canal de Suez, por el que pasa más del 10% del crudo transportado por mar en todo el mundo.
Cualquier barco o petrolero que pase por el Canal de Suez hacia o desde el océano Índico tiene que transitar por esta vía navegando por el estrecho de Bab al-Mandab -un canal marítimo de 20 millas de ancho en el extremo sur del mar Rojo, entre Yibuti y Yemen-, donde se produjeron la mayoría de los ataques de los Houthi.
Los objetivos de los ataques Houthi son barcos que supuestamente se dirigen a Israel. Tras la escalada de las hostilidades entre Israel y Hamás en Gaza, los huzíes apoyaron a este último. Pero las oleadas de ataques se convirtieron últimamente en ataques más indiscriminados contra buques, en su mayoría de propiedad extranjera.
En el marco de la operación "Guardián de la prosperidad", buques de guerra de la marina estadounidense se unieron a flotas de buques y personal del Reino Unido, Bahréin, Canadá, Dinamarca, Grecia, Noruega, Países Bajos y Seychelles. Francia, Italia, España e India también patrullan de forma independiente el corredor marítimo.
La escalada del jueves se produce tras la reciente destrucción de lanchas cañoneras houthis por parte de la Marina estadounidense, después de un intento de secuestro de un buque comercial en el Mar Rojo el 31 de diciembre de 2023. En otro orden de cosas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el miércoles una resolución en la que demandaba el fin inmediato de los ataques de los Houthi.
*Con información de Forbes US