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Las mejores formas de beneficiarse y protegerse de la volatilidad del mercado

Hank Tucker

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Estrategias con derivados, fondos mixtos y coberturas inteligentes ganan protagonismo ante la incertidumbre financiera global.

22 Abril de 2025 16.00

En un año en el que el mercado accionario se movió al ritmo de las políticas arancelarias y de las publicaciones en redes sociales del presidente Donald Trump, resulta aún más difícil que de costumbre anticipar si las acciones subirán o bajarán en los próximos días.

El índice S&P 500 se desplomó un 10% en apenas dos jornadas después de la conferencia de prensa en la que Trump anunció sus aranceles recíprocos del "Día de la Liberación" en 90 países, el 2 de abril. Una semana más tarde, el índice repuntó un 9,5% cuando el presidente dio marcha atrás en la mayoría de esas medidas. A pesar del rebote, el S&P 500 sigue un 14% abajo respecto de su pico histórico de febrero y acumula una baja del 10% en lo que va del año.

El Índice de Volatilidad del Chicago Board Options Exchange, conocido como VIX, mide cuánto movimiento esperan los operadores en el S&P 500 a futuro. Hoy se ubica en un nivel históricamente alto: 30. Eso indica que los inversores prevén que el índice podría moverse un 30% en cualquier dirección durante los próximos 12 meses. Un valor menor a 20 suele ser típico en contextos más tranquilos.

La semana pasada, antes de que Trump anunciara la pausa en los aranceles, el VIX superó los 50 puntos por tercera vez en los últimos 20 años. Los otros dos momentos fueron durante la crisis financiera entre octubre y diciembre de 2008, y al inicio de la pandemia global en marzo de 2020.

Todos esos picos coincidieron con caídas fuertes en el mercado, lo que convirtió al VIX en una especie de termómetro del miedo. Para quienes invierten de forma pasiva y tienen nervios de acero, los episodios anteriores terminaron siendo buenas oportunidades para comprar acciones a precios bajos. Pero los inversores más experimentados, que suelen usar opciones para cubrir riesgos, también tienen a mano instrumentos centrados en el VIX que pueden servir como jugadas atractivas a corto plazo.

No se puede invertir de forma directa en el VIX de la CBOE. Sin embargo, Proshares —una gestora de activos con sede en Bethesda, Maryland— ofrece un fondo cotizado en bolsa (ETF) conocido como VIX Short-Term Futures ETF (VIXY). Este instrumento compra opciones de compra a corto plazo sobre el VIX y subió un 44% desde el 2 de abril. La misma firma también ofrece el Short VIX Short-Term Futures ETF (SVXY), que apuesta a la baja del VIX. En este caso, toma posición corta, es decir, espera que la volatilidad disminuya.

Como regla general, el VIX y el mercado accionario se mueven en direcciones opuestas, aunque no siempre. Por eso, el comportamiento del VIXY se parece al de una opción de venta del S&P 500: apuesta a que el mercado bajará. En cambio, el SVXY se mueve de forma inversa, y apuesta a que las acciones van a subir.

"Cuando el VIX hace lo que acaba de hacer, comprar opciones cuesta entre dos y cuatro veces más. De repente, quienes preferimos comprar opciones de compra y venta sobre los principales índices nos encontramos en una situación desesperada", explica Rob Isbitts, fundador de Sungarden Investment Publishing, al referirse a cómo el VIX surge de los precios de las opciones del S&P 500. "Un VIX en 30 implica que las opciones valen el doble que cuando el VIX está en 15. Quizás el 5% o el 10% del tiempo durante los próximos años usaría VIXY y SVXY, pero este es uno de esos casos", señala.

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"Cuando hay mucha volatilidad, no es preocupante, es viable y nos permite maniobrar en el mercado", dice Tigay.

 

Desde Proshares aclaran que ambos ETF están pensados para operar en plazos cortos. Y no exageran. Recomiendan revisar las inversiones todos los días. Tiene sentido: el VIX se mueve con tanta irregularidad que cualquier ganancia puede durar muy poco. A la larga, la mayoría de estas opciones expira sin valor y las pérdidas son casi inevitables.

Para quienes buscan mitigar la volatilidad sin abandonar el mercado accionario, hay fondos que combinan cobertura con una cartera diversificada. Equity Armor Investments, con sede en Chicago, administra US$ 171 millones en activos a través de fondos como el Rational Equity Armor Fund (HDCAX). Este fondo invierte sobre todo en empresas del S&P 500 que pagan dividendos y destina hasta un 20% de sus activos a contratos de futuros del VIX.

Según Joe Tigay, cogestor de cartera y director de operaciones, el fondo usa un modelo propio para detectar si las opciones están baratas o caras. De ese modo, intenta evitar el desgaste natural que provoca la renovación constante de contratos sobre el VIX. Tigay presenta al fondo como una alternativa frente a las carteras clásicas 60/40, dado que los bonos dejaron de funcionar como escudo frente a la caída de las acciones, como sí lo hacían antes.

Tigay asegura que el fondo suele asignar un 15% de sus activos a su estrategia de cobertura con volatilidad y el resto —85%— a acciones, aunque ese reparto cambia según el contexto. Cuando el VIX sube fuerte, el fondo puede vender esas opciones con ganancias y redirigir el dinero a acciones. Y cuando el mercado sube, los futuros del VIX bajan, lo que hace más barata la cobertura. Esa dinámica ayudó a que, en 2020, su caída máxima fuera del 15%, mientras el S&P 500 se desplomó un 34%. Su rendimiento anualizado en cinco años fue del 7,1%, por debajo del 14% del S&P 500, pero tres puntos arriba del índice de riesgo moderadamente conservador de Morningstar, con el que se compara. En lo que va de 2025, perdió un 4,8%.

"Cuando hay mucha volatilidad, no es preocupante, es viable y nos permite maniobrar en el mercado", dice Tigay. "Es una estrategia intrínseca de vender caro y comprar barato", agrega.

Varios fondos también ofrecen estrategias con opciones de compra cubiertas. Estas limitan el potencial de suba porque venden opciones fuera del dinero sobre un índice, pero a cambio generan ingresos que sirven como colchón frente a las bajas. El más grande en este segmento es el ETF Equity Premium Income de JPMorgan, con US$ 37.000 millones en activos y un rendimiento del 8,2%.

Sin embargo, Isbitts pone reparos. Dice que estas estrategias no se testearon en mercados bajistas prolongados y prefiere comprar opciones de venta como protección para sus posiciones en acciones individuales.

"¿De qué sirve obtener ingresos si uno se está pagando a sí mismo con las pérdidas de las acciones?", cuestiona Isbitts. "Si tenemos un mercado bajista prolongado, los ETF de opciones cubiertas serán recordados como la inversión que todos amaban porque no se daban cuenta de lo que podía salir mal", concluye.

*Con información de Forbes US.

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