En medio de una crisis sanitaria y económica que los ecuatorianos lo sienten con fuerza en sus actividades, la banca privada resalta que ha sido una de las que más alivios financieros brindó a sus clientes en la región.
A octubre del año pasado, según datos de la Superintendencia de Bancos, se registraron USD 10.000 millones en alivios financieros en 2,3 millones de operaciones.
Marco Rodríguez, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), describe cómo el sector enfrentó la pandemia e invita a los clientes con dificultades a solicitar acuerdos de pago que se ajusten a la nueva realidad de sus economías.
La banca registró un mayor nivel de utilidades al primer semestre de este año. Puede ser algo esperable, al comparar con el mismo período 2020, con pandemia. ¿Este aumento explica una mejoría en la actividad económica en general?
Pese a que el proceso de reactivación económica tomará tiempo tras el 'shock' del 2020, en estos meses del 2021 se registra una mejora en las expectativas de los agentes económicos. Esto configura perspectivas positivas para la inversión y la reactivación de proyectos que habían estado estancados, lo que a su vez ha incidido en una recuperación de la demanda de crédito.
Al analizar la utilidad de la banca, lo correcto desde el punto de vista técnico es revisar el indicador de rentabilidad bancaria sobre patrimonio (ROE). Este indicador se ubicó en 6,9% en junio del 2021; es decir, 1,2 puntos porcentuales más que en junio del 2020. Pese a este incremento, el nivel de rentabilidad registrado en junio todavía está lejos de igualar a las cifras obtenidas antes de la pandemia, tal como ha sucedido en muchas actividades económicas.
Recordemos que, en el 2020, debido a la crisis sanitaria, la utilidad cayó 62,2% y en ese escenario, los bancos decidieron reinvertir la mayor parte de utilidades para fortalecer la solidez del sistema bancario y mantener la estabilidad de la banca.
Para tener una economía estable se necesita una banca solvente con niveles adecuados de liquidez y provisiones. Esto permite brindar seguridad a los depositantes de que su dinero está a buen recaudo y que estará disponible para cuando lo requieran.
El nivel de depósitos también registra un alza. ¿Cómo se explica eso cuando la contracción económica ha sido tan fuerte, especialmente en los hogares y pequeños y medianos negocios?
La banca no fue inmune a los efectos de la pandemia. Se registró una caída de depósitos en marzo y abril del 2020. No obstante, la toma de decisiones técnicas y prudentes en esos momentos permitió que el sector mantenga buenos indicadores de liquidez y solvencia, lo que generó confianza en los clientes en medio de un escenario complejo.
De ahí que la caída en depósitos de marzo y abril del año pasado se revirtió. El 2020 cerró con depósitos que totalizaron USD 37.528 millones; es decir, crecieron 11,4% frente al monto del 2019. Los depósitos han mantenido la tendencia de crecimiento durante todo el 2021. A junio llegaron a USD 37.988 millones, lo que representa un crecimiento de 13,3% anual.
Entre los factores que han permitido que los depósitos crezcan están la confianza que tienen los depositantes en la banca. Otro factor se asocia con los recursos que han llegado al país por parte de organismos multilaterales, lo que ha facilitado que el Gobierno realice pagos pendientes a proveedores y ha dinamizado los flujos de depósitos en el sistema financiero.
¿Cuál es el estado de la cartera, ya que la crisis económica ha apretado la capacidad de pago de miles de ecuatorianos?
La evolución del crédito está atado a la demanda por parte de los clientes (hogares y empresas). Por la crisis económica del 2020, la demanda de crédito tuvo una contracción importante en todos los segmentos de crédito, según el Banco Central del Ecuador (BCE), pero una vez que transcurrieron los meses más duros de confinamiento, la demanda de crédito también se ha recuperado.
Es así como los nuevos créditos de enero a mayo del 2021, según el BCE, registran USD 9.515 millones; esto es, un incremento de 44% frente a igual período del 2020. Además, si se analizan solo los nuevos créditos que ha colocado la banca privada desde marzo del 2020 (durante 15 meses desde que comenzó la pandemia) el monto suma USD 29.054 millones.
Si se analiza el saldo de la cartera de crédito, a junio del 2021, esta se ubicó en USD 30.579 millones; esto representa USD 1.690 millones más que en junio del año pasado (5,9% de incremento).
En un año lleno de desafíos para la economía, es importante destacar que los bancos privados se han esforzado por apuntalar el crédito productivo durante este primer semestre del 2021, pues el crédito es una herramienta clave para la reactivación de las empresas y negocios. Así, a junio del 2021, el 61% de la cartera tuvo como destino sectores productivos.
¿Por qué no se reducen las tasas de consumo? Varios bancos lo han hecho hasta en dos puntos y se ve que sí es posible
De acuerdo con los últimos datos reportados por el BCE, desde inicios del 2021 se registran reducciones en las tasas activas en varios segmentos, incluyendo al consumo. Entre los factores que han propiciado este escenario son: una paulatina recuperación mediante la reapertura parcial de las actividades económicas; una mejoría en las expectativas y confianza de los actores económicos al percibir un escenario de mayor certidumbre lo cual incide en la demanda de crédito y; el compromiso de la banca privada para acompañar a los negocios y hogares otorgando más crédito. (I)