Verizon, el gigante estadounidense de las telecomunicaciones, dio a conocer los resultados financieros del tercer trimestre del año, los cuales no alcanzaron para satisfacer las demandas de los inversores.
En concreto, reportó ingresos por US$ 34.200 millones, una cifra un 4% más alta que la alcanzada en el mismo periodo del año anterior y un 1% más grande que la estimada por el mercado.
En tanto, el beneficio por acción ajustado fue de US$ 1,32, un monto ligeramente inferior a los US$ 1,42 del tercer trimestre del 2021 y un 4% más alto que el proyectado por Wall Street.
Sin embargo, Verizon anunció que sumó 8.000 suscriptores de telefonía pospago, pero perdió 189.000 clientes en su negocio de consumo. Los analistas habían estimado una ganancia de 32.000 suscriptores y una pérdida de sólo 7.000 líneas de consumidores. En el periodo anterior, la empresa había agregado 429.999 clientes.
“Tomamos una serie de acciones en el tercer trimestre que ayudaron a mejorar el desempeño operativo y financiero, pero sabemos que aún queda trabajo por hacer”, dijo Hans Vestberg, presidente y director ejecutivo de Verizon.
Tras los anuncios, las acciones cayeron cerca de un 5,5%, pero luego se recuperaron hasta cerrar con una baja del 4,5%. De esta forma, la empresa acumula una pérdida de valor del 32% en lo que va del año y del 43% desde el máximo relativo de finales de 2020.
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Actualmente, las acciones cotizan a un nivel no visto desde noviembre de 2011, lo que aumentó su rendimiento anual por dividendo. Debido a que la empresa distribuye trimestralmente un total de US$ 0,6525 por acción (dos Cedears), su rentabilidad al año se aproxima al 7,4%, convirtiéndola en una de las mejores compañías para obtener rentas periódicas.
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