Desde principios del 2022 hasta octubre del mismo año, el S&P 500 retrocedió casi un 28% y llegó a valores de finales de 2020. Si bien desde ese punto ya se recuperó un 12%, algunos especialistas de Wall Street aún consideran que la tendencia bajista está lejos de terminar.
Concretamente, Michael Wilson, el famoso estratega de Morgan Stanley, dijo en una nota de investigación para los clientes que, aunque los inversores son pesimistas con las proyecciones de crecimiento económico, las estimaciones de ganancias corporativas son demasiado altas.
Además, aclaró que la prima de riesgo de las acciones está en su nivel más bajo desde la década de 1980, lo que sugiere que el S&P 500 podría caer mucho más que hasta los 3.500 puntos estimados por el mercado.
El consenso podría ser correcto en la dirección, pero incorrecto en términos de magnitud, sostuvo Wilson, quien advirtió que el índice podría tocar fondo rondando los 3.000 puntos, lo que implicaría una baja del 23% desde la cotización actual.
Entre los motivos por los cuales Wilson adoptó una postura bajista con respecto a la economía y los mercados es el impacto de la alta inflación, que en junio llegó al 9,1% interanual, la cifra más alta en más de cuatro décadas.
Aunque los precios de bienes y servicios bajaron hasta rondar el 7%, lo que permitiría que la Reserva Federal (Fed) sea más flexible con sus políticas monetarias, también es muy negativo para la rentabilidad, por lo que los márgenes continuarían decepcionando.