La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) subió las tasas de interés hasta el 5,25%, lo que impactó positivamente en el precio del oro, que llegó a los US$ 2.081,82, marcando un nuevo máximo histórico.
Para hacerle frente a la inflación, la entidad monetaria este miércoles incrementó un 0,25% la tasa de referencia y dio indicios de que el ciclo de ajuste podría estar cerca de terminar.
En otras palabras, los bonos del Tesoro y otros activos de renta fija no tendrían por qué seguir ofreciendo rendimientos más altos, lo que le devolvería el atractivo al metal dorado por su cualidad de ofrecer cobertura.
En consecuencia, la demanda del mercado de materias primas subió y el oro creció un 5% en las últimas tres jornadas, por lo que acumula una recuperación del 29% desde el mínimo relativo de septiembre de 2022.
A este escenario de flexibilidad monetaria, hay que sumarle el riesgo de que la economía estadounidense entre en recesión, otro argumento alcista para el oro debido a que es considerado por muchos como el refugio de valor definitivo.
Dado que las condiciones crediticias se endurecen rápidamente a raíz de las recientes tensiones bancarias, creemos que esto marcará el pico de las tasas de interés con fuerzas recesivas que provocarán recortes de tasas de interés a finales de este año, sostuvieron los analistas de ING.