Tras darse a conocer la noticia de que Donald Trump será el próximo presidente de Estados Unidos, las acciones de Tesla se dispararon un 15% por la cercanía entre su director ejecutivo Elon Musk y el republicano. Sin embargo, este vínculo parece ser un problema para algunos analistas.
"Elon Musk ciertamente está marcando la dirección y el tono del negocio y supervisando a los altos ejecutivos que están a cargo de todos los diferentes proyectos, pero en el sentido tradicional de dirigir una empresa, como lo que está sucediendo en Nvidia, no lo está haciendo en absoluto", detalló Ross Gerber, presidente de Gerber Kawasaki Wealth and Investment Management.
"Creo que los accionistas de Tesla son más que conscientes de que su CEO trabaja para Donald Trump en este momento", aseveró el ejecutivo.
Luego de haber donado más de US$ 150 millones para la campaña de Trump, Musk consiguió un puesto como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés) que apunta a achicar el Estado y recortar gastos.
Además, estuvo pasando un largo tiempo en el hotel Mar-a-Lago de Trump reuniéndose con líderes mundiales y asesorando al presidente electo. De hecho, incluso intervino en un debate sobre el techo de deuda este mes.
Ante la situación, el miedo del mercado radica en la posibilidad de que Musk deje de prestarle atención a la situación de Tesla, empresa que actualmente parece estar algo sobrevalorada.
"El antiguo equipo de Tesla, que conocía muy bien, era muy capaz, pero todos fueron despedidos el año pasado. Así que un equipo completamente nuevo tomó las riendas, y 2025 va a ser su año para demostrar si pueden cumplir con lo prometido, porque tienen mucho que ofrecer en los próximos 12 a 18 meses", señaló Gerber en diálogo con Yahoo Finance.
