El consejo de Morgan Stanley a sus clientes: ignorar el "ruido del mercado y la política"
Kevin Peters gestiona US$ 3.800 millones y es un referente histórico de Wall Street. Su recomendación es una cartera conservadora. Dónde sugiere poner el foco.

Kevin Peters es un asesor con décadas de trayectoria en Morgan Stanley Wealth Management. Desde Palm Beach, Florida, en Estados Unidos, lidera un equipo que administra US$ 3.800 millones en activos, con una metodología enfocada en acciones que pagan dividendos y crédito privado.

 

 

La propuesta diferencial de Peters

 

Nacido en Middletown, Connecticut, el analista estudió finanzas y derecho empresarial en la Universidad de Kentucky. Aunque pensó en ser abogado, en 1983 optó por el mundo financiero. Pasó 18 años en firmas predecesoras de Morgan Stanley y, en 2000, se sumó a Merrill Lynch. Sin embargo, una reunión con James Gorman en 2007 marcó su regreso a Morgan Stanley, donde continúa hasta hoy. 

Peters lidera un equipo de 12 personas, entre las que se encuentra su hijo y tres socios, mientras trabaja de forma directa con 75 familias.

Sobre el valor diferencial del equipo, es claro: "No somos una family office, pero hacemos todo lo que se te pueda ocurrir para nuestros clientes", sostuvo. "No somos solo administradores de patrimonio; somos solucionadores de problemas, ya sea estructurar la venta de una empresa, asesorar sobre opciones sobre acciones o ayudar a un hijo a conseguir su primera hipoteca", añadió.

 

Peters pone énfasis en diseñar cada cartera según la situación puntual del cliente. En acciones públicas, se inclina por compañías sólidas que reparten dividendos. Prefiere una estrategia diversificada y con ponderación equitativa, en lugar de replicar índices según capitalización bursátil. En renta fija, elige una estructura tipo "barbell", con bonos de corto plazo y tasa flotante, como forma de cubrirse ante la inflación.

Fue uno de los primeros en adoptar instrumentos del mercado privado. Hoy destaca al crédito privado como una oportunidad atractiva por sus altos retornos. También evalúa inversiones en inmuebles triple-net y en el mercado secundario de private equity.

 

Un principio que Peters no está dispuesto a negociar es la disciplina: "No estamos haciendo cambios cada seis meses por el ruido del mercado o la política", afirma. 

"A veces el mejor consejo no es el que un cliente quiere escuchar, pero es nuestra responsabilidad ser honestos e imparciales".

Además, insiste en la necesidad de mantenerse informado. "Nadie tiene el monopolio de las ideas: trato de leer todo lo que puedo y luego sintetizo esa información para poder tomar las mejores decisiones para los clientes".

Nota publicada en Forbes US