Según un nuevo estudio publicado esta semana en Scientific Reports, el costo medioambiental de la producción de bitcoin sitúa a este activo digital junto a algunas de las industrias menos respetuosas con el planeta a nivel global. Esto informe vuelve a poner en el centro de la escena el debate sobre el futuro “sostenible” de las criptodivisas.
Datos clave
-Los daños de cada bitcoin generado en 2021 relacionados con el clima (el activo se "mina" mediante un proceso informático que consume mucha energía) fueron de más de US$ 11.300, según las estimaciones de los investigadores, que se basaron en los costos económicos de las emisiones de dióxido de carbono.
-Entre 2016 y 2021, los daños climáticos promedio de cada bitcoin minado se situaron en el 35% de su valor de mercado, estimaron los investigadores, aumentando a casi el 60% entre 2020 y 2021.
-Los investigadores dijeron que las cifras sitúan al bitcoin - que frecuentemente se describe como un “oro digital”- mucho más cerca de industrias poco respetuosas con el medio ambiente, como la producción de carne de vacuno (33%), la producción de gasolina a partir de petróleo crudo (41%) y el uso de gas natural para generar electricidad (46%).
-En total, los daños climáticos globales del bitcoin entre 2016 y 2021 se estiman en US$12.000 millones de dólares, dijeron los investigadores, y las emisiones de carbono se han multiplicado por 126 en ese tiempo.
Antecedentes clave
Los costos medioambientales de las criptomonedas, de las que el bitcoin es, con mucho, la más importante, se han convertido en un punto clave para trazar el futuro del sector.
En 2021, los investigadores estimaron que la minería del bitcoin utilizaba más energía que países como Austria o Portugal. La sostenibilidad se ha convertido en un objetivo para los reguladores de todo el mundo, y China, que anteriormente dominaba el sector, hizo que los mineros se desbocaran en 2021 cuando tomó medidas enérgicas contra la industria, al menos en parte por razones medioambientales.
Existen alternativas más eficientes para crear y utilizar criptodivisas. Ethereum, la cadena de bloques que sustenta amplias franjas del ecosistema de las criptomonedas, y el éter, la segunda mayor criptomoneda, han cambiado recientemente a este sistema más sostenible, una empresa masiva denominada "Merge".
Es posible que el ecosistema del bitcoin sufra un cambio similar en el futuro y otros están tratando de hacer que la industria sea más limpia utilizando energía más verde para minar.