A pocos días de que termine octubre y arranque el último bimestre del año, muchas personas ya están pensando en las merecidas vacaciones que se van a tomar este verano. Sin embargo, para poder disfrutar adecuadamente y ser capaces de afrontar los gastos, hay que comenzar a ahorrar y planificar las finanzas.
Recortar gastos
Lo primero que debemos hacer es arrancar a recortar todos aquellos gastos innecesarios o que pueden suspenderse parcialmente, como las suscripciones a servicios de streaming que no utilizamos o el cafecito diario que compramos antes de entrar a la oficina.
La idea es aumentar lo máximo posible la capacidad de ahorro para tener un mayor “colchón financiero” cuando llegue el momento de pagar los viajes, estadías y otros caprichos de las vacaciones de verano.
La idea es aumentar lo máximo posible la capacidad de ahorro para tener un mayor “colchón financiero” cuando llegue el momento de pagar los viajes, estadías y otros caprichos de las vacaciones de verano.
A priori, podría parecer que el monto de dinero guardado con estas prácticas es casi ínfimo, pero puede marcar la diferencia luego de varias semanas y meses.
Utilizar un presupuesto
Luego de recortar los gastos, es importante procurar no recaer en ellos nuevamente. Para hacerlo, basta con utilizar un presupuesto personal que detalle cuánto y en qué se gastará el dinero semana tras semana.
Todo lo que no entre en la estimación será un derroche que podrá evitarse para tener unas mejores vacaciones. En este punto, también es esencial armar una lista con productos económicos en reemplazo de aquellos de primera marca, para potenciar aún más la capacidad de ahorro.
Planificar cuanto antes
Si tenemos pensado sacar un boleto de avión o reservar algunos días en una cabaña frente a la playa, debemos investigar y fijar los precios cuanto antes. La inflación no tiene límites, y además no se sabe cuándo habrá nuevos impuestos, por lo que resulta indispensable comprar todo lo necesario antes de que sea demasiado tarde.
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Invertir a corto plazo
Por último, con una parte de los ahorros, hay que armar una estrategia de inversión de corto plazo para obtener una pequeña renta que incremente el capital destinado a vacaciones de verano.
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Comprar acciones o Cedears será extremadamente peligroso, pero un fondo de inversión del mercado de dinero o ciertos bonos de corta duración podrían ser ideales. En esta instancia, lo idóneo es charlar con un asesor financiero que nos guíe adecuadamente.
