Las criptomonedas estables o stablecoins como USDT, USDC, DAI y UST, entre otras, fueron creadas con el mandato de seguir 1 a 1 el valor del dólar, aunque los mecanismos de respaldo que tiene cada una para mantener la paridad son distintos.
A trazo grueso se puede decir que están divididas en tres grupos: las respaldadas con dólares fiduciarios depositados en entidades financieras que son auditados por otras instituciones; las co-lateralizadas con una canasta de otras criptomonedas, y las algorítmicas que, en lugar de tener reservas, buscan mantener la paridad a partir de incentivos económicos y mecanismos de arbitraje.
La stablecoin más importante del mercado -cuya valuación en el mercado supera los US$ 75.500 millones, lo que la transforma en la tercera cripto de mayor valor detrás de Bitcoin y Ethereum- es USDT, emitida por la empresa Tether, cuya garantía son en su mayoría bonos del gobierno de los Estados Unidos, bonos corporativos y dólares propiamente dichos, que validan cada unidad de USDT que circula para el mercado.
Un mecanismo similar aplica para USDC, la segunda moneda estable más grande del mercado con una capitalización de mercado de $50.000 millones que emite la empresa Circle y que tiene, por cada unidad en circulación, un dólar depositado en un banco de los Estados Unidos, respaldo que es controlado por auditores externos a la compañía, según manifiesta la empresa.
Otro es el caso de DAI, una de las primeras stablecoins "descentralizadas" creada en 2017, que tiene como respaldo una canasta de más de 20 criptomonedas -Ethereum, USDC y Bitcoin, entre otras- que aseguran que, en ningún caso, el valor circulante de DAI sea mayor al 150% del valor de la canasta de criptomonedas que lo respalda.
La clave de la estabilidad del sistema de DAI (16va cripto con mayor capitalización del mercado: US$ 6.500 millones) es, justamente, la sobre-colateralización: cualquier persona puede emitir DAI, siempre y cuando deje como respaldo una cantidad de cripto que sea de al menos el 150% del valor de DAI emitido.
En caso de que el respaldo cayera por debajo del umbral del 150% comprometido al momento de la emisión, el protocolo que administra a DAI vende en el mercado esas cripto por DAI, destruye las unidades compradas y, así, asegura que la cantidad de DAI en circulación tengan respaldo.
Por último, el caso de UST, la criptomoneda "estable" que perdió su paridad hace unos días y hoy cotiza cerca de US$ 0,20 por dólar, es un exponente del caso de las algorítmicas, respaldadas generalmente en otra criptomoneda con precio variable.
UST tenía un sistema por el cual cuando emitían nuevas unidades al mismo tiempo se quemaban LUNA -el token nativo de Terra, la cadena de bloques (blockchain) en la que corrían ambas-, un mecanismo de arbitraje que hacía cuando alguien quisiera vender 1 UST se pagara con 1 dólar en LUNA.
El problema adicional de esta cripto es que cerca del 80% de la emisión de UST estaba depositada en Anchor Protocol, una especie de banco que pagaban un interés anual del 19,6% anual a quien depositara allí sus UST, renta que provenía de préstamos que se tomaban y subvencionada por el propio protocolo.
"Muchas personas pusieron grandes cantidades de ahorros a rendir un 20% anual ya que no querían tener el "riesgo de volatilidad de las cripto", sino algo estable y seguro. Pocos entendían los riesgos", señaló Pablo Sabbatella, director y fundador de Defy Education, en su cuenta de Twitter.
"Ante un evento de crash de mercado como el que vimos esta semana combinado con presión vendedora de UST, generaría que, para poder mantener el peg 1 a 1 con el dolar, empezarían a emitir más token Luna (para poder pagar 1 dólar en Luna por cada UST)", agregó.
Esto hizo que UST el mecanismo de respaldo entrara en un espiral autodestructivo al hacer que el precio de LUNA cayera más bajar fuerte, producto de la fuerte emisión, lo que hacía que cada vez hubiera que entregar más LUNAS por cada UST que quería ser vendido y esto presionara aún más el precio hacia abajo.
La consecuencia de este esquema llevó a que se perdieran cerca de US$ 45.000 millones entre LUNA y UST en la última semana y casi US$ 300.000 en todo el mercado cripto, en medio de un pánico generalizado que llevó a la venta masiva de estos activos.