El mercado descuenta que las tasas de interés comenzarán a bajar durante el transcurso de este 2024 por los últimos comentarios de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). Y la renovación parcial de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el organismo que tiene la última palabra sobre la política monetaria, podría confirmar la proyección.
Cada año, cuatro de los doce escaños cambian de manos en un acuerdo de poder compartido con los bancos regionales de la entidad. En 2024, cuatro puestos son para los presidentes de la Fed en Cleveland, Loretta Mester; Richmond, Tom Barkin; Atlanta, Raphael Bostic; y San Francisco, Mary Daly.
Ellos ocuparan los lugares de Austan Goolsbee, Patrick Harker, Neel Kashkari y Lorie Logan, los presidentes regionales de la Fed de Chicago, Filadelfia, Minneapolis y Dallas, respectivamente, que votaron en 2023.
Según Gregory Daco, economista jefe en Ernst & Young, los cuatro nuevos miembros no modifican la mayoría del FOMC, pero lo pueden hacer algo más flexible, es decir, más abierto a recortar las tasas para impulsar la economía.
Mientras que Bostic pronosticó recortes durante la segunda mitad del año, Daly reconoció que es apropiado iniciar conversaciones sobre rebajas. En tanto, Barkin afirmó que quiere estar convencido de que la inflación está bajando hacia el objetivo del 2% antes de considerar recortes. Por su parte, Mester sí se mostró algo más reacia al asunto.
En cualquier caso, no todos los especialistas del sector están convencidos de que la solución para impulsar la economía sea efectivamente bajar las tasas de interés de una manera muy agresiva.
“Creemos que recortar las tasas oficiales temprano en un intento de evitar una debilidad macroeconómica más amplia conduciría a una reaceleración de la inflación y a la necesidad de reiniciar los aumentos más tarde, lo que en última instancia conduciría a una recesión”, comentó Andrew Patterson, economista en Vanguard.