Para impulsar su decaída economía, las autoridades de China planean vender bonos especiales del Tesoro en 2025 por un récord de 3 billones de yuanes, lo que equivale a alrededor de US$ 411.000 millones.

Según informó Reuters, se trata de un fuerte incremento frente al billón de yuanes de este año, ya que se utilizará para apoyar el consumo y las inversiones, así como también para recapitalizar los grandes bancos estatales.

Las medidas fiscales anunciadas tienen lugar en un momento clave, cuando China está delineando sus planes económicos para el próximo año, y sus principales líderes sugieren un estímulo más enérgico, especialmente frente a las amenazas arancelarias de la administración entrante de Trump.

Las autoridades económicas confirmaron su intención de aumentar el déficit general y de promover la emisión de bonos, en el marco de sus esfuerzos por reforzar la política fiscal e incentivar el consumo.

Tras darse a conocer la noticia, el índice de acciones chinas CSI 300 avanzó un 1,3% y el rendimiento a 10 años subió hasta el 1,72%.

"Es mayor que nuestras expectativas y muestra la voluntad del gobierno de apuntalar el crecimiento a través de un estímulo fiscal más considerable", comentó Michelle Lam, economista para la Gran China en Societe Generale.

No obstante, según la ejecutiva, parte de la suma del dinero no debe considerarse como una medida adicional de demanda por destinarse a la recapitalización de los bancos. Aún así, más de 1,3 billones de yuanes que se recaudarán se utilizarán para apoyar iniciativas de subsidios y grandes proyectos de construcción.

En este contexto, la expansión reportada del estímulo fiscal el próximo año equivaldría al 2,6% del producto bruto interno de China de 2023, cuando los pronósticos iban desde el 1,8% al 2%.